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Culiacán, Sin.- “Si andas así de cuachalote, no te voy a llevar a ningún lado”, es una frase que muchos sinaloenses solíamos escuchar cuando éramos pequeños y quienes son originarios del estado no me dejarán mentir.
Formando parte del léxico que utilizamos en esta región del país, quienes no viven aquí o no han estado de visita, quizás se sientan muy confundidos al escuchar esta palabra, ya que, si bien, se usa en otros lugares de México, aquí la hemos adoptado como muy nuestra.
“Dícese de una persona sucia y desastrada; que ni se asea ni se viste correctamente, aunque sea para estar en su casa”, es la definición que le da un usuario a la palabra en el diccionario abierto del español, mientras que la acompaña de la frase aquí abajo mencionada.
“Estuvo una semana en casa sin salir como una cuachalota dejada y sin amor propio.”
Si bien es cierto que tiene varios usos, se utiliza, casi siempre, para describir a una persona, ya sea, por su forma de vestir desaliñada o sin combinar entre los colores y prendas, también puede denotar un adjetivo calificativo de las cosas.
“Mira como hiciste el trabajo de la escuela, todo cuachalote“, es otra forma común de emplearlo y bien podría referirse a un documento tachado con liquid paper o con la misma pluma o unas imágenes pegadas sobre una hoja blanca con una gran cantidad de resistol y sin cuidar la limpieza.
Esta palabra es generalmente utilizada por las mamás y las abuelas de Sinaloa, sin dejar escapar un regaño de por medio, mientras que los jóvenes también la usamos, pero generalmente para referirnos a la vergüenza que nos provoca que alguien nos vea desarreglados, despeinados o mal vestidos.
“Ay no, mira cómo vengo, toda cuachalota“, suelen decir las jovencitas al llegar a un lugar donde la gente está bien vestida.
Ahora que ya sabes el significado que se le da, bien podrías pensar que se trata de una ofensa, pero, antes de enojarte o de pensar en venganza, debes saber que los sinaloenses somos sinceros y no nos andamos “por las ramas” a la hora de hablar, pero, eso sí, todo va a depender del tono, la forma y la situación en que la palabra sea dicha; para no hacernos “bolas” lo que quiero decir es que es fácil distinguir cuando se hace con una mala intención.