Los Mochis, Sin.- Desde los más humildes zapatos hasta de la marca Salvatore Ferragamo o Gucci -que superan el valor de 15 mil pesos- don Jesús Ramón Mitre Noriega ha tenido la oportunidad de lustrarlos para que sus dueños puedan portarlos con mucha elegancia y pulcritud durante sus más de 40 años trabajando como bolero en la esquina de Santos Degollado e Independencia en la colonia Centro de Los Mochis.
Originario de Quilá, Culiacán, pero asentado con su familia en Los Mochis, inició en el oficio a los 15 años en ese mismo punto, donde aprendió del trabajo y obtuvo la resistencia física suficiente para poder desempeñarlo.
Y es que no cualquiera puede con el oficio de bolero, desde 1981 a la fecha, ha visto a muchos hombres desertar porque se requiere de mucha fuerza en los brazos y espalda.
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Aunque se trata de un trabajo que tiene más de cien años y es toda una tradición en pueblos y ciudades, poco a poco ha ido disminuyendo su popularidad debido a que los jóvenes cada día usan menos zapatos y prefieren los tenis deportivos.
Lo que no saben es que don Ramón es muy visionario, ya se actualizó y también sabe cómo dejar como nuevas las zapatillas deportivas y hasta los sneakers más exclusivos y caros del mercado mundial.
“Yo los tenis me tuve que actualizar para darle servicio también a los tenis y mucha gente cree que nosotros no le damos servicio, pero yo ya busqué la manera con un jabón especial para darles a los tenis servicios y hay jóvenes que usan tenis caros, busqué la manera de cómo limpiar los tenis, actualizarme, yo me tengo que actualizar porque llega mucho calzado nuevo que vale muy caro”, dijo muy emocionado.
Jesús Ramón Mitre Noriega inició en el oficio a los 15 años en ese mismo punto.
Gracias a sus más de 40 años dedicados a la bolería, logró sacar adelante a sus 5 hijos, 3 de ellos con educación universitaria y quienes son su fuente de orgullo y energía para seguir teniendo suficiente fuerza física para seguir laborando.
Para don Ramón ser bolero es un orgullo porque ha logrado conocer a muchísimas personas, entre sus clientes más asiduos sobresales médicos que llegan a las 6 de la mañana a lustrar sus zapatos todos los días porque entran a las 7 de la mañana.
Los abogados y políticos también son fieles a su bolería porque además del buen trabajo en sus zapatos mantiene conversaciones apasionadas sobre temas sociales y hasta escenarios de ideologías partidistas.
Pero, lo más bonito para él, de su trabajo, es haber atendido a bisabuelos, abuelos, hijos y nietos de varias familias de Los Mochis, por eso espera que este oficio jamás desaparezca.
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“La boleada es importante, que siga, yo lo miro como una tradición, esto nunca se va a acabar y espero que nunca se acabe porque un calzado limpio es muy importante”, reiteró don Ramón.
Todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la noche don Ramón está siempre atendiendo a sus clientes en la esquina de Degollado e Independencia, donde cobra 35 pesos por boleada y los trabajos especiales tienen un costo extra.
