Los Mochis, Sin.- El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas logró que 26 comunidades mayo-yoremes y 5 tepehuanas de Sinaloa quedaran registradas en el sistema jurídico nacional e internacional para el reconocimiento de sus derechos.
Las 31 comunidades ancestrales de la entidad fueron incluidas en el Catálogo Nacional de los Pueblos Indígenas y Afromexicanas en el que se identifican sus elementos y características como: sus instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, tierras, territorios y recursos.
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Toda esta información la exige el artículo 4, fracción XXXIII, de la Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, con el fin de garantizar el ejercicio de su libre determinación y autonomía.
Mireya Espinoza Imperial, titular del INPI en Sinaloa, expuso que esto representa un gran avance para el reconocimiento de las etnias indígenas en la entidad y el acceso a apoyos sociales para mejorar su calidad de vida.
“En Sinaloa se registraron 26 comunidades mayo-yoreme y se registraron 5 comunidades tepehuanas, 4 en El Rosario y 1 en Escuinapa. El registro sigue abierto, la verdad que fue una labor bien pesada lograr que saliera esta primera etapa del catálogo, el catálogo sigue abierto y vamos a seguir trabajando para lograr registrar a los tarámaris también”, declaró a Línea Directa.
Espinoza Imperial destacó que INPI Sinaloa trabaja actualmente en buscar registrar y que se reconozca a los tarámaris, que son rarámuris, con usos y costumbres similares pero adoptadas a la zona serrana de Choix y Sinaloa.
Sobre la relevancia del catálogo, Mireya Espinoza Imperial explicó que es un instrumento de política pública del Estado mexicano para identificar a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas del país, así como sus principales instituciones políticas, económicas, sociales y culturales, para garantizar el ejercicio de sus derechos colectivos.
Permite identificar quiénes son, cuántos son y dónde están los pueblos y las comunidades ancestrales; hace posible que las comunidades de un mismo pueblo se autoidentifiquen y reinicien procesos de reconstitución y planeación regional.
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Es un referente para establecer un diálogo directo, de gobierno a gobierno, en los procesos de consulta y en la atención de las necesidades comunitarias y regionales; un instrumento esencial para reconocerlos como titulares de derechos y orientar la política pública de la Administración Pública Federal.
Permita, además, identificar, con mayor precisión, a los beneficiarios indígenas de los programas para el Bienestar; permitir al gobierno saber con exactitud dónde debe otorgar pertinencia cultural a sus políticas públicas, garantizando la pluriculturalidad, el pluralismo jurídico y el enfoque intercultural.
Y, sobre todo, que los mexicanos conozcan valoren, respeten y fortalezcan su diversidad y riqueza cultural y ser la base del Sistema Nacional de Información y Estadística sobre los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, mismo que será de acceso público a través de la página de Internet que se detallará más adelante.
