Da click aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
Los Mochis, Sin.– ¿Por qué a las mujeres jóvenes no se les puede practicar una salpingoclasia (oclusión tubaria bilateral), método anticonceptivo permanente y definitivo? Fue lo que expresó a sus médicos, María del Rosario Mares Gil, de 25 años, vecina del fraccionamiento Nuevo Horizonte, quien ya contaba con dos niñas y acaba de dar a luz a un tercer hijo en el Hospital General de Los Mochis.
A la joven, de acuerdo a lo que le dijo el personal médico, por su edad, no era candidata a este método anticonceptivo. Por esta razón se le proporcionó como control de natalidad a largo plazo el dispositivo intrauterino de cobre (DIU); pero, a los 5 meses, volvió a quedar embarazada.
Y, aunque agradece a Dios por su embarazo -ella es cristiana apostólica-, la gestación de su bebé ha sido muy complicada para su familia que es de muy bajos recursos económicos y, a este panorama, se le suma que su esposo padece de distrofia muscular, enfermedad que ha empeorado, hasta dejarlo postrado en una silla de ruedas.
“Por la situación de mi esposo, por lo mismo, yo me quería operar, pero me dijeron que no podían operarme”.
¿Por qué no?
“Que porque estaba muy chiquita y aparte que no había quirófano y que no podían, pero, por la situación de nosotros, no quería salir embarazada otra vez, porque, es muy difícil”, dijo a Línea Directa María del Rosario.
La joven trabajaba cuidando a unos niños cerca de su domicilio, pero, debido a que está embarazada y con el dispositivo DIU, ha tenido complicaciones -le dan dolores que le impiden caminar-, tuvo que dejar de trabajar.
Es por es que su esposo, Álvaro Antonio Alcántar Espinoza, a través de Línea Directa pide el apoyo a la población para trabajar y sacar adelante a su familia.
“Deseo trabajar, que me den un trabajo donde pueda yo sustentar a mi familia, a mi esposa, a mis hijos y, lo poquito que gane, pero estar sustentando a mi esposa y mis hijos, me sentiría mejor porque estoy haciendo un esfuerzo para que a mi esposa y mis hijos no les falta, vamos a decir, el alimento”, expresó Álvaro Alcántar.
El padre de familia solicita a las autoridades municipales la ayuda con una silla de ruedas, pues, la que tiene ya no sirve, le falta un respaldo de brazos, ya no tiene descansa pies; esto complica la posibilidad de que pueda laborar o asistir al médico, porque, por su discapacidad solamente puede moverse en taxi y no cuentan con recursos para pagarlo.
María del Rosario y Álvaro aseguran que pese a que ya no deseaban tener más hijos por la situación que viven, consideran el embarazo una bendición y, subrayan, jamás pensaron en no tenerlo, pese a que algunas personas lo consideraron como una opción.
Si usted gusta apoyar a esta familia, con un empleo, una silla de ruedas, alimentos o lo que pueda, puede comunicarse al teléfono celular: 6681-98-42-86.