Guasave, Sin.- El brazo izquierdo de Adriana estaba arañado, golpeado y simulaba estar protegiendo en el momento en que murió, a su pequeña Alison, la bebé de 44 días de edad que fue robada en Sonora.
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En la comunidad de “Abelardo L. Rodríguez” hay velorio, este martes por la tarde-noche llegaron los restos de la joven guasavense de 33 años que el sábado 7 de mayo falleció golpeada y ahorcada, mientras trataba de impedir que dos mujeres se llevaran a su hija recién nacida.
Ahí, Línea Directa entrevistó a su madre, quien no pudo contener el llanto cuando narraba el calvario que están viviendo.
“Yo viví todo lo que nos pasó, yo no vi cuando la golpeaban a ella, cuando la miré tendida en el piso, yo le hablaba y le hablaba, pero ella ya no… ya estaba sin vida mi hija; desesperada buscaba los teléfonos pero se los habían llevado y la niña no estaba tampoco. Ella tenía type cuando yo me acerqué a ella y que le ponía la mano aquí, tenía type en su cara, pero tenía toda su cara llena de golpes, tenía todos sus brazos arañados, su bracito este (izquierdo) le quedó así como que tenía a la bebé y se la arrebataron”, narró.
Una fotografía de Adriana con su rostro sonriente, es el marco del ataúd color caoba que guarda sus restos, a esa joven que hace un año se fue a Nogales para apoyar a su madre enferma, este martes en pleno Día de las Madres, la vieron regresar en una caja funeraria.
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Ahí en la comunidad la esperaban Nataly, su hija mayor de 14 años de edad, que ya es una señorita, con su mano derecha acaricia el rostro de su abuela y su bisabuela limpiando sus lágrimas. También su hermana de 12 años estaba ahí y por supuesto Alison, la bebé que fue robada y luego recuperada casi 44 días después en la ciudad de Agua Prieta, Sonora.
Los llantos de la bebé se escuchaban hasta afuera de la vivienda, era como si coreara el lamento familiar: “es que le hace mucho el calor”, dijo la abuela Gabina, justificando la molestia de la pequeña, a quien le arrebataron a su madre días antes de su celebración y quien no tendrá más recuerdos de ella, pues a su corta edad, ya no la tiene consigo.