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Mazatlán, Sinaloa.- Al salir de supervisar los trabajos de la derivadora de la presa de Siqueros, en donde se trabaja en la construcción del sistema de riego para poder regar a 22 mil hectáreas agrícolas, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se bajó de su unidad para saludar a los pobladores.
El ejecutivo federal sonrió con los ciudadanos, firmó un peluche representativo a su imagen y, pese a la insistencia de los medios de comunicación solo dijo; “No puedo hablar, hay veda” y continúo su camino.
De momento, AMLO se dirige a la presa Santa María, en Rosario, donde tiene programada una gira de supervisión de la obra y de nuevo pueblo
El ejecutivo federal va acompañado por el gobernador Rubén Rocha Moya, funcionarios estatales y federales, y todo, bajo un fuerte operativo de seguridad.
