Guasave, Sinaloa. Con la firme convicción de que “los expedientes no son solo papeles, sino personas con luchas y derechos que defender”, Fernando Ríos, aspirante a juez mixto federal en Sinaloa, llamó a la ciudadanía a ejercer su voto con conciencia en la inédita elección de jueces promovida por el Poder Judicial de la Federación. Identificado con el número 15 en la boleta amarilla, Ríos sostiene que esta reforma no solo abre una puerta a nuevos perfiles judiciales, sino que representa una oportunidad histórica para reconstruir el vínculo entre la justicia y la sociedad.
Licenciado en Derecho, con casi 12 años de experiencia dentro del Poder Judicial de la Federación, Ríos ha fungido como oficial administrativo y actualmente se desempeña como secretario en un juzgado de distrito. Su formación se ha nutrido en juzgados locales y federales, abarcando materias penales, civiles, laborales y de amparo, lo que le da un conocimiento integral del sistema que ahora aspira a reformar desde dentro.
“La gente se hartó de que el sistema judicial no funcione, de que presentar una denuncia sea más una pérdida de tiempo que una solución. Muchos prefieren perder mil pesos que enfrentarse a una estructura lenta y deshumanizada. Es momento de devolverle rostro y sensibilidad al juez”, declaró en entrevista.
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Para Fernando Ríos, esta elección tiene un valor doble: visibilizar la labor de los jueces y romper con el anonimato institucional que ha prevalecido durante décadas.
“Nadie sabe cómo se llaman los jueces, ni dónde están, ni qué hacen. Esta elección nos obliga a salir a la calle, a mirar a la ciudadanía a los ojos y explicarles por qué importamos”, afirmó.
La reforma judicial que permite esta elección ha sido cuestionada por algunos sectores jurídicos que temen la llegada de aspirantes no calificados. Ríos, sin embargo, aclara que el proceso contempló requisitos formales rigurosos, y asegura que muchos de los candidatos tienen trayectorias sólidas.
“No es un proceso improvisado; yo mismo cuento con casi 12 años de servicio judicial. Lo único que me había impedido aspirar antes era la edad. Hoy, con 32 años, cumplo con todos los requisitos”, sostuvo.
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En su propuesta, Fernando Ríos plantea un modelo de justicia empática y accesible, donde los jueces no solo dicten sentencias, sino que comprendan las realidades sociales detrás de cada expediente.
“Los expedientes tienen nombres, vidas, problemas ambientales, bienes en disputa, trabajos en juego. No somos contadores de expedientes; somos defensores de la justicia”, afirma.
Una de las mayores barreras que ha encontrado en campaña es la falta de conocimiento de la ciudadanía sobre este proceso electoral judicial, algo que atribuye a la poca difusión institucional y a la prohibición de utilizar recursos en publicidad.
“Estamos trabajando con lo poco que tenemos: volanteo, redes sociales y mucho contacto directo. No podemos pagar promoción, ni usar espectaculares. Por eso, cada conversación cuenta”, explicó.
Reconoce que el abstencionismo será un reto, especialmente porque la población no está familiarizada con esta nueva forma de votar.
“Esta elección es distinta: no hay partidos ni campañas tradicionales. Solo estamos nosotros y nuestras propuestas. Por eso es clave que la gente sepa que yo soy el número 15 en la boleta amarilla, correspondiente a jueces mixtos”.
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En ese sentido, invita a utilizar herramientas como el sistema “Conóceles” del INE, donde cada aspirante tiene un perfil público con su currículum y trayectoria, para votar con responsabilidad y criterio, evitando que la falta de información lleve a elegir a perfiles sin preparación.
Finalmente, el candidato subraya que su motivación principal es transformar la manera en que se imparte justicia en México, y recuperar la confianza perdida de la gente en los jueces.
“No podemos seguir teniendo un sistema judicial encerrado en oficinas, alejado de la realidad. Quiero ser juez porque quiero cambiar el sistema, quiero que la justicia vuelva a ser un derecho y no un lujo”, concluyó.