Culiacán, Sinaloa. – Desde que quedó establecido un incremento del 22 por ciento en las casetas de peaje de la maxipista Culiacán-Mazatlán, el flujo vehicular por la carretera libre ha incrementado y ha generado al mismo tiempo, que los negocios de comida se beneficien con más comensales.
El gobernador Rubén Rocha Moya, explicó durante la semanera que cuando se construía la maxipista Culiacán-Mazatlán, los dueños de las Mipymes temían que iban a quebrar, sin considerar que el parque vehicular estaba aumentado exponencialmente y que, en algún momento, se iban a utilizar las dos carreteras.
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“Y ahora tienen más, porque, a decir verdad, la carretera libre, está mejor atendida por la federación el mantenimiento, están mejores las condiciones que la propia carretera que cuesta tanto”, indicó.
Rocha Moya, comentó que como usuario además de la carretera libre, las personas que transiten por la rúa pueden hacer una parada para comprar alimentos, situación que no se puede replicar en la maxipista.
El mandatario estatal, mencionó que el aumento de las casetas sigue siendo un problema para el actual Gobierno Federal, a causa de los contratos leoninos que los gobiernos anteriores firmaron con los concesionarios.
Esto, luego de que a partir de este lunes, 6 de marzo, aumentó en un 7.8 por ciento el peaje de casetas del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), entre ellas la que se ubica en la autopista Durango-Mazatlán. Pasó de 668 a 720 pesos.
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El alza en las casetas provoca además de un problema económico para los usuarios que la transitan, el posible incremento de productos que son trasladados por proveedores por la vía terrestre.