Los Mochis, Sinaloa. Contratistas que no entregaron obras con los estándares de calidad, proyectos sin terminar, una tesorera que se robó el dinero y falta de acuerdos entre padres de familia y directores, son algunas de las incidencias que se han presentado en Sinaloa durante la ejecución del programa “La Escuela es Nuestra”.
De las más de 5 mil escuelas en la entidad que fueron beneficiadas con este programa federal de la Secretaría de Bienestar, hasta el momento en la revisión que realiza la dependencia en Sinaloa solamente se han presentado 5 incidencias.
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El caso más grave es el ocurrido en 2021, en el kínder de Conafe ubicado en El Reparo de la Cidra, Choix, donde una madre de familia, quien era la tesorera del comité, se quedó con el dinero y se fue de la comunidad ubicada en la parte serrana de este municipio.
Debido a las condiciones de inseguridad la Secretaría de Bienestar optó por realizar un acta de hechos ante el temor de los padres de familia que recibieron amenazas.
Además, en los dos hechos denunciados en Los Mochis, en el kínder “Guillermo Aguirre Fox”, ubicado en el fraccionamiento Álamos Country, los padres de familia ya presentaron una denuncia penal ante la Vicefiscalía Regional Zona Norte.
Esto permitió que los padres que integran el comité lograran una conciliación con el ingeniero contratista, el cual accedió a devolverles 240 mil pesos de 360 mil que le pagaron.
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Y, en el caso de la Escuela Secundaria Técnica 16 del ejido 9 de Diciembre, donde la directora declaró que la extensión de los baños se realizó de mala calidad, un perito será quien determine esa situación.
Lo anterior lo reveló la coordinadora estatal del programa “La Escuela es Nuestra”, Alexa Guadalupe Piña García, quien informó que están supervisando los trabajos en las instituciones educativas.
“Estamos haciendo revisión en todas las escuelas de todos los años que hemos traído, de todas esas escuelas con incidencias, hasta ahorita, hasta el momento, las que tenemos identificadas son 5, esas 3 que mencionamos, y 2 de aquí de Culiacán”
“Más que nada estos problemas que hemos tenido han sido con los contratistas que no han terminado a tiempo o que se quieren deslindar, pero ya por medio de la denuncia metemos un poquito de presión y se vuelven a presentar”, indicó.
En Culiacán detectaron un caso de una escuela en el ejido El Quincito, donde el ingeniero contratista no terminó la obra. Y en la secundaria “Antonio Nakayama Arce”, donde padres de familia y director no llegan a un acuerdo para la ejecución de la obra, este último reporte se tiene en revisión.
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Además, en las más de 5 mil instituciones educativas beneficiadas por el programa federal, la mayoría de los planteles decidieron invertir el recurso en rehabilitar o construir los baños, y en escuelas de Conafe, otras aulas.
Reglas de operación
Piña García explicó a Línea Directa que el recurso del programa “La Escuela es Nuestra” es ejercido por los padres de familia a través de un comité en el que deciden cuáles son las necesidades de la institución educativa y cuáles la prioridad en atención.
Una vez que toman la decisión se comienza a laborar en un plan de acción, y una vez concluido un servidor de la nación se reúne con el comité, este es el encargado de la revisión para verificar en qué se invirtió el recurso, la comprobación de las facturas y tickets, así como la revisión de la construcción, equipamiento o rehabilitaciones.
