Guasave, Sinaloa.– Don Juan llegó solo al asilo de ancianos, jamás se casó, por lo que no tuvo descendientes. Él y su hermana, al fallecer su madre tenían ya más de una década en el asilo de ancianos.
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La vida de don Juan, quien en junio próximo hubiera cumplido 106 años, contrario a lo que se cree, no estuvo marcada por la soledad. A pesar de haber vivido más de un siglo, este hombre conoció el cariño familiar en ese espacio donde hoy se le llora. Ingresó al asilo junto con su hermana “Panchita”, quien chace cuatro años, a la edad de 90 años. Tras su partida, el abuelito ya no tuvo familia directa, pero era atendido por el personal que lo cuidó hasta sus últimos días.
La responsable del asilo, AdrianaEvans, relató que don Juan se caracterizó por su vitalidad hasta el final. Aunque su salud comenzó a deteriorarse debido a su avanzada edad, siempre estuvo activo en las actividades del lugar, compartiendo comidas y momentos con los demás residentes.
“Él nunca estuvo postrado, siempre estuvo comiendo y cenando con los demás abuelitos, como parte de su familia, él siempre aquí estuvo al 100, no padecía de ninguna enfermedad. Dios sabe los momentos de cada quien, y así fue don Juan, gracias a Dios 105 años, mientras estuvo aquí fue atendido y feliz”, comentó Evans.
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Este hombre conoció el cariño familiar en ese espacio donde hoy se le llora | Foto: Cortesía
Fue el pasado sábado que la salud de don Juan empezó a fallar. Fue ingresado al hospital debido a problemas respiratorios, su oxigenación era deficiente, a los dos días contrajo neumonía, pero la causa oficial de su muerte fue el fallo de sus órganos, un proceso natural derivado de su longevidad, según determinaron los médicos.
Durante los 11 años que don Juan residió en el asilo, nunca recibió la visita de algún familiar cercano. Según el expediente del asilo, no contaba con datos de algún pariente que lo reclamara, sin embargo, fue precisamente quien solicitó la ayuda para ellos, una vecina de Cubilete que los asistió durante mucho tiempo a él y su hermana, quien hoy reclama sus cenizas para colocarlas en un nicho familiar, un acto de completa humanidad.
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Debido a que el asilo carece de velatorio no se realizará una despedida formal para don Juan, al interior, una vez que su cuerpo haya sido cremado, se le oficiará una misa por su eterno descanso en la parroquia de Guadalupe a las 18:00 horas de este miércoles.
Con el objetivo de evitarles una afectación emocional, sus compañeros de hogar no han sido informados de su fallecimiento, aseguró la responsable. Es para evitarles angustias y solo se les dijo que sigue hospitalizado.
Don Juan llegó solo al asilo de ancianos, jamás se casó, por lo que no tuvo descendientes | Foto: Cortesía
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Don Juan, el hombre que vivió más de un siglo, encontró en el asilo de Guasave una segunda familia, un lugar donde sus días fueron llenos de la calidez y el cariño que jamás recibió de sus propios familiares. Su partida deja una huella profunda en los corazones de quienes lo cuidaron con devoción. Su historia es muestra de la importancia de ofrecer un poco de amor y humanidad a quienes más lo necesitan, especialmente en sus últimos momentos.
Descanse en paz, don Juan, su memoria vivirá en los que lo conocieron y lo cuidaron hasta el final.