Con 105 años y 9 meses muere don Juan, el abuelito más querido y longevo del asilo de Guasave

Guasave, Sinaloa.- Este martes 4 de marzo el asilo de ancianos de Guasave despidió a uno de sus residentes más entrañables y longevos: don Juan, un abuelito carismático y conquistador que falleció a los 105 años y 9 meses.

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Su partida ha dejado un vacío emocional entre el personal y cuidadores que durante años se encariñaron profundamente con él, formando un vínculo más allá de la atención asistencial.

Conocido no solo por su admirable longevidad, sino también por su carácter alegre y coqueto, don Juan se convirtió en una figura icónica dentro del asilo. Su historia de vida marcada por el cariño que supo ganarse, lo llevó a ser entrevistado en diversas ocasiones, incluyendo una entrañable participación en Línea Directa, donde compartió sus memorias y habló con orgullo y picardía de sus “novias”, como cariñosamente llamaba a las trabajadoras que lo cuidaban día a día.

Uno de los episodios más significativos alrededor de don Juan fue el compromiso personal que asumió Cruz Aída, exencargada del asilo durante la pasada administración municipal. Al asumir su puesto, se propuso como objetivo personal y profesional entregar la administración con don Juan aún con vida, demostrando así la sensibilidad y el respeto hacia la población de la tercera edad en situación de vulnerabilidad.

“Mis recuerdos y vivencias me traen a ustedes. Cuando entré al asilo le dije a la doctora Limón: ‘Esta es mi meta, entregar con vida a don Juan’. Hoy murió el más longevo del asilo, 105 años con casi 9 meses de vida”, compartió Cruz Aída visiblemente conmovida.

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A través de mensajes cargados de emotividad, Cruz relató cómo tras dejar la responsabilidad del cuidado de don Juan en noviembre pasado por el cambio de administración, siempre mantuvo un vínculo cercano con el abuelito y el resto del personal. Destacó la dedicación y el amor con el que las trabajadoras lo atendieron, brindándole una vida digna y llena de respeto en sus últimos años.

“Estoy triste, pero así es la vida. Él vivió con calidad sus últimos días, lo cuidábamos mucho, pero sabíamos que el día llegaría. Las muchachas andan llorando todas, e irán a misa, como siempre lo hicimos con quienes se nos adelantaron”, expresó.

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Cruz Aída subrayó la importancia de brindar a los adultos mayores el trato digno y el cariño que muchas veces la vida o sus propias familias les negaron.

“Es lo menos que podemos hacer por quienes necesitan ser atendidos con amor y respeto. Me quedo en paz con mi idea de consentir al que necesita”, concluyó.

La memoria de don Juan, sus historias, su carácter alegre y su espíritu enamoradizo, quedarán como legado de un hombre que supo transformar sus días en el asilo en un ejemplo de que con cuidados amorosos y trato digno, la vejez puede ser una etapa de plenitud y felicidad.

El personal y residentes del asilo de ancianos de Guasave han anunciado que se organizará una misa en memoria de don Juan, como homenaje a su vida y a los momentos compartidos con él. Su partida deja una huella imborrable, recordándoles la importancia de humanizar el cuidado de los adultos mayores y de valorar las historias que atesoran en cada una de sus arrugas.

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Don Juan, el conquistador del asilo, ahora es parte de la memoria colectiva de Guasave, un recordatorio de que el amor, la dignidad y el respeto, son derechos que no tienen edad.