Guasave, Sinaloa. En el Día del Abuelo, nos encontramos con la inspiradora historia de don Juan, un residente del asilo de ancianos en Guasave que, a sus 105 años, sigue siendo un símbolo de vitalidad y fortaleza.
Margarita, una de las trabajadoras del asilo, nos relata cómo don Juan llegó al lugar acompañado de su hermana hace ya varios años. Ambos provenían de Cubilete, un pequeño poblado, y vivían solos antes de trasladarse al asilo. Aunque no hay documentos exactos de cuándo ingresaron, se estima que don Juan ha estado en el asilo por unos 18 a 20 años.
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Don Juan siempre ha sido un hombre activo y enérgico. Incluso a su avanzada edad, solía levantarse solo y caminar por su cuenta. Sin embargo, una caída desafortunada le causó una fractura de cadera, lo que le obligó a permanecer en cama. Margarita asegura que, de no haber sido por ese accidente, don Juan aún estaría caminando. Su espíritu independiente sigue intacto; si no fuera por la caída, él se levantaría y haría su rutina diaria, como lo hizo durante tantos años.
“Don Juan llegó aquí con su hermanita, ellos nunca se casaron, la verdad que vivían solos. Él a pesar de todo se levanta, si no estamos nosotras, se sienta en la silla y va al baño y todo. Sí, muy activo, si él no se hubiera caído fíjese que él todavía caminara. Pues muy feliz, él está perfectamente muy feliz”, indicó.
El adulto celebrando su día en el asilo
Sobre su hermana Margarita nos cuenta que falleció hace algún tiempo en el asilo. Durante mucho tiempo, don Juan solía recordar con cariño a su hermana, pero con el paso de los años y el avance de la edad, sus recuerdos a veces se desvanecen y otras veces resurgen con fuerza.
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A pesar de su avanzada edad y de las limitaciones físicas, don Juan goza de una salud sorprendente y mantiene una memoria notable, aunque, como es natural, a veces fluctúa. Para Margarita y quienes lo cuidan, don Juan es más que un residente; es una fuente de inspiración y un recordatorio viviente de la resiliencia humana.
En este Día del Abuelo, la historia de don Juan nos invita a reflexionar sobre el valor de nuestros mayores y a celebrar sus vidas llenas de historia, sabiduría y fortaleza.
