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Los Mochis, Sin.- Antes de Itzel, otras mujeres han sido asesinadas y enterradas en el municipio de El Fuerte, quienes a pesar de que sus restos óseos han sido localizados por el colectivo que encabeza Mirna Nereyda Medina Quiñónez, algunas siguen sin ser identificadas, ni mucho menos definido o arrestado a quien o quienes les arrebataron la vida.
La líder de Las Rastreadoras de El Fuerte, recordó el caso de la joven Jesús Yesvelt “N”, estudiante de la carrera de ingeniería ambiental de la UAIM, de 19 años, quien desapareció el 20 de octubre del 2016 cuando salió de su casa a hacer una tarea a El Fuerte.
Tras una ardua búsqueda por parte de su familia y el colectivo, sus restos óseos fueron localizado finalmente el 26 de mayo del 2017, en una fosa clandestina, en las inmediaciones de Tetaroba, sobre el camino que va de Chinobampo a El Fuerte.
“Hay que tocar el tema de que no es Itzel la primera mujer que pasa por esa situación, sino que han pasado varias. Recuerdo que hace 6 años, en el 2017, encontramos también a una chica de ahí, de ese rancho donde es ella, la encontramos en una fosa en las vías de ahí, rumbo a Chinobampo. Era una niña que venía a estudiar y venía a hacer la tarea. La mató el novio, creo que era un policía, el exnovio la mató. Son varias, con como unas 6,7 mujeres, estamos hablando del municipio de El Fuerte”, dijo la activista de búsqueda de personas desaparecidas.
Medina Quiñónez que dentro de todo lo malo del feminicidio de Itzel, Dios permitió la ubicación rápida de su cuerpo y presunto agresor, pero solicitó a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa que todavía están pendientes de justicia los asesinatos y ocultamiento del cuerpo de otras mujeres en El Fuerte.
