San Miguel, Aho., Sin.- Luto y fiesta se sincretizan durante Semana Santa en la tradición mayo-yoreme de los judíos, quienes ataviados con sus llamativas máscaras, tenábaris (cascabeles hechos de capullos de mariposa cuatro espejos) atados en sus piernas, sonajas y tambores, bailan y realizan su ritual denominado Conti mientras la gente se congrega para atestiguar la singular representación de la aprehensión y muerte que dan al Señor Jesuscristo, quien el Viernes Santo yace sacrificado al interior del templo San Miguel Arcángel, en el centro ceremonial de San Miguel Zapotitlán.
Los judios, ordenados por el “Pilato” inician el Conti dando la primera vuelta y después, en la segunda vuelta, la procesión es cargando a Cristo, una ceremonia en la que también participan “chicoteros”, “Marías”, músicos y fiesteros, quienes con devoción y orgullo perpetúan esta ceremonia tradicional de la etnia mayo-yoreme.
“Ya los formanos, los bautizamos, se bautizan, se les quita lo diablo porque los judios son el diablo todavía, ahí está la muestra: el Señor está tendido, está muerto, ahorita no tenemos Señor, no tenemos Dios, haga de cuenta que estamos en un velorio ahorita”
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Alrededor del centro ceremonial todo es una verdadera fiesta: cientos de personas que acuden a ver el ritual también escuchan música en vivo así como grabada de todos géneros populares, hay muchísimos puestos de todo tipo de antojos y alimentos preparados, así como de venta de artesanías representativas de las máscaras y sonajas de los judíos en miniatura.
“Vengo como espectador, vengo todos los años, nomás el año pasado no vine porque no hubo nada, me encantan las tradiciones ¿Qué es lo que más le gusta? Las corridas de los judíos, ver a los judíos, el Cristo muerto, esperemos que la pandemia nos deje en paz para seguir festejando el año que viene”
Y mientras los devotos pagan la “manda” o promesa de velar al Señor, otros le piden favores y protección para su familia.
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“Lo que más me motiva es ver que levantan a Cristo los judíos, por eso estamos aquí esperando…0:51 estamos esperando ahorita a ver a qué horas vienen y lo levantan, eso es lo que me motiva venir a ver, traerle veladoras, a pedirle por uno, por toda la familia, por la pandemia”
Afuera del centro ceremonial la fiesta continúa, el Viernes Santo es el día más “grande” en el ritual de los judíos y esperan la resurrección del Señor el Sábado de Gloria.
La gente va y viene alrededor del centro ceremonial, muchas personas llevan a sus niños vestidos como judíos, perpetuando así una tradición cultural religiosa que permanece de generación en generación.
