Guasave, Sin. – Cuando la extrema pobreza se naturaliza, es fácil que pase desapercibida, el conformarse con vivir en condiciones deplorables porque en su tierra natal podrían estar peor, pinta de cuerpo completo las carencias. Lupita dejó al descubierto en Juan José Ríos una situación de emergencia entre los jornaleros agrícolas, su muerte obligó al aparato de gobierno a volcarse para atenderlos.
En un hecho inédito, este miércoles todas las dependencias se apersonaron en la sindicatura que ha estado en el ojo del huracán en los últimos días, el cuerpo de una niña encontrado semienterrado, presuntamente a causa de una enfermedad, la muerte de Lupita por vómito y diarrea y el grave estado de salud de 16 niños que fueron hospitalizados, los hizo voltear la mirada.
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Tras hacer el recorrido la secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa, hizo un recuento de lo que encontraron, de lo que atendieron y de lo que harán para que esta situación no siga prevaleciendo.
“En lo inmediato se atiende la emergencia para resolver lo que es emergente que es el tema de salud, el tema de desnutrición, no es un problema fácil, estamos hablando de gente que vive en extremas pobreza, incluso viven en condiciones a veces peores por eso no se alarman cuando llegan, allá no tienen oportunidades de trabajo, vienen acá y lamentablemente muchas veces son engañados por los enganchadores, se hace como una cadena de lucro con ellos, no es fácil resolverlo porque estamos hablando de gente que vive en esa pobreza y que a lo mejor naturaliza la precariedad”, lamentó.
Integrantes del gabinete estatal intensificaron acciones para garantizar los derechos a la seguridad y a la salud de las niñas y niños, especialmente de las familias de jornaleros migrantes que se encuentran en los campos agrícolas de todo del estado.
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“Siendo mi gobierno humanista y la vocación del estado eminentemente agrícola, no podemos tolerar que quienes se dedican al campo y vienen a nuestro estado a trabajar, lo hagan bajo condiciones que ponen en riesgo su vida y la de sus familias. Es por ello que he instruido a mi gabinete trabajar en políticas públicas transversales que tengan como objetivo atender esta problemática inaceptable”, expresó el mandatario estatal.
Una brigada acudió a Juan José Ríos para garantizar seguridad, obras y evaluación de servicios de agua potable y drenaje, servicios de salud, asistencia jurídica y psicológica, entrega de despensas y con el propósito de garantizar los derechos de las familias, de las niñas, niños y adolescentes, así como otorgar atención inmediata para mejorar las condiciones de higiene y salud.
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Lo nunca antes visto, los ojos del gobierno voltearon la cara para ver la necesidad de aquellos migrantes que no estuvieron este miércoles en las cuarterías, la necesidad no les permitió estar para recibir a la doctora Eneyda Rocha Ruiz, presidenta del Sistema DIF Sinaloa; al doctor Cuitláhuac González Galindo, secretario de Salud; a José Luis Zavala Cabanillas, secretario de Obras Públicas; a María Teresa Guerra Ochoa, secretaria de las Mujeres; a María Inés Pérez Corral, secretaria del Bienestar y Desarrollo Sustentable; a Graciela Domínguez Nava, secretaria de Educación Pública y Cultura; ni a los elementos el secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, porque estaban en los campos recogiendo papas y cortando hortalizas.
Ahí estuvo la delegación de los Programas para el Bienestar; Sipinna, Instituto Estatal de Protección Civil y la Coepriss, todos haciendo equipo para habilitar albergues y conseguir que al menos esta noche puedan cenar y dormir en mejores condiciones.
