Por Emmanuel Casas
Los Mochis, Sin.- Don Adán Soto es un profesional de la cuchara con más de tres décadas de experiencia, misma que inició tras haber regresado al país después de un tiempo residiendo en la hermana nación de las barras y las estrellas; la necesidad de salir adelante y lo noble del oficio terminaron por atraparlo a inicio de los años noventa, y el resto no es más que historia que transmite en su plática.
Comparte que no proviene de una familia o tradición en la albañilería y prácticamente tuvo que formarse de manera autodidacta, como “metiche”, según sus propias palabras que expresa entre risas.
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Pero, asegura que, gracias a su tenacidad y empeño, logró trascender esos inicios como chalán o media cuchara hasta escalar a los niveles que se encuentra hoy en día como maestro de obra.
En un momento de sinceridad, agradece y reflexiona tras recordar estos últimos años de emergencia sanitaria debido a la pandemia de COVID-19, donde el trabajo siguió y nunca faltó, pero vino acompañado de lamentables pérdidas para el gremio.
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“Durante la pandemia nos cuidamos bastante y el trabajo nunca faltó gracias a Dios, pero a pesar de eso, varios compañeros se nos fueron”, expresó.
El trabajo continúa en la obra durante una parte del día hasta que llegan los regalos, una comida o bebidas refrescantes al gusto de cada quién.
Don Adán se despide felicitando a todos sus colegas albañiles, deseando que estén bien, que Dios los bendiga y que sigan teniendo éxito en todas las obras que emprendan.