Guasave, Sin.- Las lágrimas casi le brotan cuando se le pregunta que significa para el Cruz Roja Mexicana y en cuanto su voz le permite soltar palabras sin titubear responde lo que significa esa noble institución para el a la cual ha pertenecido las últimas casi cuatro décadas.
Él es Armando Espinoza Luque y desde principios de la década de los 80 ha sido parte de la delegación local de la benemérita institución donde es paramédico y auxiliar administrativo y le ha tocado vivir y sufrir las tragedias más fuertes de la época reciente.
“Es toda mi vida, me recuerda mi infancia, como quisiera que toda la gente de Guasave nos diéramos cuenta de que somos pocos para muchos que la necesitan, mi objetivo en esta vida fue esto ayudar a la gente desde que estaba en la secundaria, en realidad se puede decir que es mi primera casa, porque me iba de la escuela llegaba a la casa y me regañaba mi ama, ¿qué haces? Ni modo ahí estoy en la Cruz Roja y es lo que me gusta, si yo llego a jubilarme yo voy a seguir de voluntario”, manifestó.
Durante los 39 años que tiene siendo parte activa de Cruz Roja, Armando ha visto pasar infinidad de generaciones de paramédicos y se ha ganado a pulso el cariño y reconocimiento de sus compañeros y directivos.
Sin embargo, a Espinoza Luque le duele el poco valor que mucha gente le da a la institución, a pesar de que la mayoría en al menos una ocasión ha necesitado de sus servicios médicos o de ambulancia y la enorme cantidad de vidas que se han salvado gracias al compromiso y valor de sus paramédicos y doctores.
Este Día del Paramédico a Armando se le entregó un reconocimiento por su invaluable aportación y dedicación para organismo al que se ha entregado apasionadamente la mayor parte de su vida.