Culiacán, Sinaloa. A más de un siglo de vida, la señora Feliciana Soto Aispuro, originaria de una comunidad en Imala, Sinaloa, le pide a la vida: felicidad para todos, siempre un plato de comida en su mesa y poder celebrar su próximo cumpleaños con la banda.
El 12 de enero la señora Feliciana celebró su cumpleaños número 105 y, este lunes, abrió las puertas de su hogar al equipo de Línea Directa. En esa ocasión, compartió que su mayor deseo es recuperar su salud, pues hace solo unas semanas sufrió una caída de la que ya comienza a recuperarse.
Debes leer: ¡Atención! Suspenderán el servicio de agua en más de 50 colonias de Culiacán; checa cuándo y prepárate
Uno de sus anhelos es retomar su rutina diaria, que incluye limpiar su casa, hacer tortillas a mano, cuidar sus plantas y su periquito. A pesar del esfuerzo que esto requiere, aún hace tamales caseros para su familia y visitas.
Es sorprendente disfrutar de una conversación llena de anécdotas que la señora Feliciana ha atesorado a lo largo de sus 105 años, un claro ejemplo de cómo el trabajo, la actividad y la vida en el campo pueden contribuir a una larga vida, y con muchas ganas de hacerlo y sueños aún por cumplir.
Recomendada: Celebran en Culiacán el Foro sobre Desarrollo Sustentable para el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030
Actualmente, la señora Feliciana vive en la ciudad de Culiacán, en la colonia Buenos Aires, acompañada por una de sus hijas, quien la ayuda en sus actividades diarias, las cuales no están limitadas por su edad.
Con cariño recordó que, en su juventud, uno de sus pasatiempos era hacer ollas de barro, las cuales vendía. Este recuerdo la transportó a una época en la que, con mucho esfuerzo, logró sacar adelante a sus 10 hijos.
“Hacía vasijas de barro, también platitos para las tortillas y las vendía en 20 centavos; alegre yo porque, ¡todas las vendía!, baratas, pero las vendía. Y cuando estábamos en el rancho ponía unas ‘ollonas’ (ollas grandes) de pozole, para llenarlos a todos, muy a gusto vivía uno en le rancho, no como ahora puros pleitos”, recordó.
Contenido de Twitter
Al soplar las velas de su pastel, la señora Feliciana mencionó que uno de sus grandes gustos es la música de viento, como ella la llama, refiriéndose a la banda. Con una sonrisa, compartió que le haría muy feliz celebrar su cumpleaños número 106 escuchando “El Muchacho Alegre” y “Los Laureles”, dos de sus canciones favoritas. Para sorpresa de los presentes, la señora Feliciana cantó con entusiasmo, deleitando a todos con su voz aún fuerte y clara, recordando perfectamente la letra de la canción.
Finalmente, compartió un mensaje que conmovió a sus hijos que estaban presentes, y les transmitió sus ganas de seguir viviendo y de agradecer por lo vivido.
“Yo deseo lo mejor para todos, ¡para todos!… deseo que estén felices, y que les vaya bien toda la vida. Yo deseo que nunca me falte el plato de comida en la mesa”, expresó Feliciana.
Conoce toda la información del Centro de Sinaloa en la sección de Línea Directa