La llegada del helicóptero con el presidente AMLO detuvo la desbandada de quienes ya se retiraban

Rosario, Sinaloa. Fue a las 18:46 horas de la tarde-noche que se distinguió una luz en el cielo y el sonido de un helicóptero, lo que hizo que las personas lanzaran una exclamación sonora de felicidad o alegría.

Y no era para menos, venía llegando el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum al evento de la entrega del distrito de riego de la presa Santa María en la comunidad de Estación Rosario, que se ubica por la carretera estatal Rosario-Agua Verde.

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El sonido del helicóptero hizo detener la desbandada de decenas de personas que ya se estaban yendo del lugar para buscar el camión urbano o el autobús de pasajeros que los trajo a este evento, desde Rosario, Escuinapa, Concordia, de Elota y hasta de Culiacán, pero, sobre todo, de Mazatlán en su mayoría, desde donde arribaron a bordo de unos 50 camiones urbanos.

Otras más permanecían sentadas o de pie en el interior del lugar para el evento, y aunque no les habían dicho nada, seguían esperando a “su cabecita de algodón”, como dijo una señora que cargaba una imagen de López Obrador.

Bajo la amplia carpa había personas de varios municipios que llegaron desde las 15:00 horas, a bordo de camiones urbanos y hasta autobuses de lujo. En cada uno de ellos traían lonas enredadas y figuras de López Obrador y Claudia Sheinbaum. Y una banda de música de viento amenizaba el momento tocando una canción tras otra, que hasta hizo ponerse a bailar a algunas mujeres.

Pero el evento que estaba contemplado para empezar a las 17:30 horas, y no fue así, para después de las 18:00 horas, al ver que nadie comunicaba nada, muchos de los asistentes empezaron a salirse de la carpa para retirarse. Los encargados de las puertas nada pudieron hacer ante la desbandada de las personas.

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Una señora que se iba a subir a un camión urbano dijo que se retiraba porque no creía que fuera a llegar el presidente. Otras más dijeron que estaba fuerte el calor y también porque ya era de noche y no llegaban las autoridades.

Y a pesar de la reanudación de la música por la banda, no paró aquella desbandada.

Pero esa luz y el sonido del helicóptero detuvo a decenas de personas que se estaban en medio de la oscuridad, ya que no hubo iluminación en el exterior de la carpa.

Y por fin, luego de unos minutos de la llegada del helicóptero, la entrada del presidente Andrés Manuel López Obrador, de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y del gobernador Rubén Rocha Moya, fue un momento de gran euforia de las personas que ondeando banderas los recibieron… así iniciaba el evento con más de una hora de retraso, pero valió la pena, dijeron, porque era también la despedida del presidente de tierras sinaloenses, quien les trajo agua de riego a estas tierras del sur que por décadas estuvieron abandonadas.