Culiacán, Sinaloa.- Con la temporada de lluvias aún lejos en el calendario, la presa Sanalona, vital para el suministro de agua en Culiacán, apenas alcanza un 10 por ciento de su capacidad y los pozos están secos, cuya situación crítica golpea a 23 comunidades que ya están experimentando los duros efectos de la sequía.
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Desde Tepuche hasta Sanalona, pasando por Imala, Jesús María y Las Tapias, la sequía se manifiesta en la tierra reseca y la vegetación marchita, señales indiscutibles de la escasez de agua.
En respuesta a esta emergencia, un destacamento de pipas de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Culiacán (Japac) va y viene diariamente por los caminos y carreteras de la zona.
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El objetivo de las pipas es asistir a quienes sufren por la falta de este recurso vital, no por nada la gente se alegra cuando distingue a lo lejos el camión en medio de la polvareda.
La situación, lejos de ser una mera preocupación, se convierte en una realidad palpable en la vida cotidiana de estas comunidades. La maleza, que antes resplandecía con verdor, ahora adquiere tonalidades secas y descoloridas, evidenciando la prolongada ausencia de lluvias.
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En medio de este panorama desafiante, los habitantes de Culiacán se aferran a la esperanza de que la llegada de las precipitaciones cambie el escenario en unos meses y restaure la vitalidad de las regiones afectadas. Mientras tanto, la lucha contra la falta de agua continúa.
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