Los Mochis, Sin.- La leña es un combustible ancestral que cada vez se usa menos en los hogares, pues prácticamente solo en las comunidades rurales de ejidos, campos pesqueros y en la sierra, se cocina con leña en hornillas, de la misma manera como lo hacían nuestros antepasados.
El oficio de leñador también es una de las actividades a punto de extinguirse, porque cada vez son menos los montes debido a la tala para convertir los terrenos en parcelas de siembra, por lo que quienes se dedican a esta labor, tienen que recorrer largas distancias para encontrar árboles de buena madera que sirvan para leña y carbón.
Un leñador de oficio es el señor Bartolo Aldama Godínez, del ejido Palo Verde, municipio de El Fuerte, al ser entrevistado por Línea Directa sobre su trabajo, comparte cuáles son los árboles del monte de los que se obtiene la mejor leña, y también cuales son considerados los de menor calidad.
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“Puede ser el gato, la nanchi, el mezquite, el brasil, el mauto, uno que otro palo colorado que llega a haber seco, y el güinolo, y madera que no se considera como buena leña es el guamúchil, la vinorama y el bacaporo, por la razón de que hay escasez y también se utiliza como leña”.
En los pueblos y ciudades, quienes le compran la leña son los carniceros que se dedican a elaborar chicharrones y carnitas, porque cocidas con leña saben más ricas que cocinadas a base de gas, eso lo saben bien las amas de casa, y por eso prefieren cocer con leña el menudo, el pozole y los tamales, afirmó el campesino conocedor de las riquezas naturales y de la gastronomía popular tradicional.
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Aldama Godínez, aseguró que hay que cuidar este importante recurso forestal que son los árboles silvestres, los cuales además son patrimonio de los ejidatarios que poseen terrenos enmontados.
