Guasave, Sinaloa. Las importaciones de frijol pinto y negro se han convertido en el mayor enemigo de los productores locales en Sinaloa, quienes enfrentan serias dificultades para comercializar sus cosechas de alta calidad debido a la entrada de productos extranjeros a precios bajos.
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Alfredo Rosales Gámez, presidente de la Rama de Producción de Frijol del Comité Campesino, destacó que la llegada de frijol importado, de menor calidad, coincide con el inicio de la temporada de cosechas en el estado, lo que genera un impacto devastador en el mercado local.
“Es muy lamentable que cuando comenzamos a cosechar, es precisamente cuando llegan las importaciones. Esto trastoca la comercialización porque esos frijoles se venden a precios muy por debajo de los que nosotros necesitamos para ser competitivos”, explicó.
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Según Rosales Gámez, el precio del frijol sinaloense oscila entre los 40 y 50 pesos por kilo, mientras que el frijol importado puede encontrarse en los anaqueles a un costo de 20 a 23 pesos por kilo. Esto obliga a los consumidores a optar por la opción más económica, aunque sacrifiquen calidad y sabor.
“Las amas de casa priorizan la economía, y aunque saben que el frijol importado no tiene el mismo sabor, prefieren llevarse dos kilos de ese producto”, señaló.
El líder campesino subrayó la necesidad de que el gobierno estatal y federal implementen medidas efectivas para proteger la comercialización del frijol sinaloense, un cultivo que enfrenta cada vez más retos, desde las condiciones climáticas hasta la competencia desleal de las importaciones.
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La crisis que enfrentan los productores de frijol en Sinaloa pone de manifiesto la necesidad de regular las importaciones que afectan gravemente a los agricultores locales, quienes luchan por mantener su competitividad en un mercado cada vez más complicado.
