Guasave, Sin.- Hay esperanza en el municipio de Sinaloa, pues durante tres días consecutivos le llovió al vaso de la presa de Bacurato y en gran parte de la sierra sinaloíta ya que durante todo el mes de septiembre y las ultimas semanas de agosto ni una gota de lluvia le había caído a la Gustavo Díaz Ordaz, esto, es por lo menos un respiro para la agricultura, la ganadería y para las comunidades serranas que están en la agonizante sequía.
Manuel Bojórquez Pérez, director de Protección Civil en Sinaloa, informó que la presa logró recuperar un poco de almacenamiento y que incluso le sigue cayendo agua de los arrastres de las recientes lluvias en la zona serrana, sin embargo, dijo que no es suficiente.
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Lo que se necesita es que no pare de llover cuencas arriba de la presa para por lo menos cambiar un poco el panorama catastrófico que se avecina por la sequía, pues históricamente la presa no había presentado niveles tan bajos en estas fechas, precisó el funcionario.
“Sí llovió tres días seguidos de Bacurato hacia arriba y gracias a Dios le sigue entrando poquito, no la que ansiamos, pero sí le está entrando agua a la presa; ojalá y siga lloviendo que le caiga a la gente que no le ha llovido para ver si de perdida le brota pasto para ganado”, expresó.
De acuerdo a información oficial de la Conagua, la presa Gustavo Díaz Ordaz, es decir la Bacurato, se encuentra en 37.7 por ciento de almacenamiento, desde el lunes 25 de septiembre ha estado captando aportaciones, el pasado miércoles fue el día más generoso pues le cayeron 31.6 metros cúbicos por segundo, que en acumulado logró almacenar alrededor de 82 metros cúbicos por segundo.
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Aunque son números alentadores, la realidad es que Manuel Bojórquez detalló que los arroyos se mantienen secos, igual el río que no ha permitido que se reactiven las actividades turísticas en el malecón como los catamaranes, los puentes colgantes y la tirolesa porque el viejo Petatlán no tiene agua.
Esperan que los últimos días de septiembre y primeros de octubre la naturaleza sorprenda con una buena lluvia que las presas alcancen a recuperar los niveles que se necesitan para mitigar los efectos de la sequía.
