Guamúchil, Sin.- A un año de la
muerte de la joven Anel, de 16 años, quien el 19 de marzo del 2014 recibió 65
puñaladas de su amiga y compañera de preparatoria Herandy Lizbeth, la familia
de la víctima ha sufrido día tras día su ausencia, no han logrado sanar las
heridas de su alma y han tenido que realizar drásticos ajustes en su vida
cotidiana para poder sobrellevar la ausencia.
Hugo
Báez Ortiz, padre de Anel, narró que no ha sido nada fácil este año para ellos
y en todo este tiempo ha entendido que más que olvidar, a lo más que puede
aspirar es a acostumbrarse a su ausencia.
?Pues
es que, han sido tantas cosas realmente, en un principio pasé días y más días
sin dormir, estos últimos días no he dormido muy bien que digamos por lo mismo,
porque estamos en un momento sensible, recordar acciones como ella peleaba
tanto, Anel, los domingos familiares, sentarnos a comer y que no esté ella?,
manifestó.Recordó
que cuando se dio la muerte de Anel apenas se estaban acostumbrando a la
ausencia de su esposa, quien había fallecido un año antes y por la manera tan
dramática que Herandy Lizbeth le quitó la vida a su hija, ni siquiera pudieron
volver a habitar su casa, donde se dio el sádico crimen.?Ha
sido algo difícil, pues el hecho que tuvimos que abandonar nuestra casa, es
remover cosas día a día, sería estar reviviendo las cosas, no, y el estar
viendo ahí lo que es el panorama, fue un escenario ahí que no queremos
recordar?, dijo.
Hugo
Báez Ortiz explicó que en su taller de costura ha tenido que habilitar algunos
espacios para poder vivir junto con sus otros dos hijos Omar, de 22 años, y
Aidé de 12, ésta última quien precisamente fue quien descubrió el cadáver de
Anel.
Agregó
que en todo este tiempo como familia no han tenido acceso a la atención
psicológica y solamente con mucho diálogo y apoyándose unos con otros han
logrado mantenerse en estabilidad.
Indicó
que luego de cremar el cuerpo de su hija Anel, las cenizas las mantiene junto
con las de su esposa en espera de tomar una decisión de qué hacer con ellas.
?Sí
de momento las estamos manteniendo en la casa de su abuela materna, tanto mi
esposa como mi hija, estamos en si les hacemos una capillita, todavía estamos
en ese veremos, si porque quiero que sea algo digno, también?.
Es
inevitable recordar a Herandy Lizbet y aunque Hugo Báez Ortiz asegura haberla
perdonado, le resulta imposible dejar de sentir coraje y esperar que cumpla la
máxima condena que le fue impuesta de 7 años de reclusión.
Por
eso y ante los intentos de la madre y la hermana de Herandy de tratar de
reducir la pena mediante apelaciones, eso lo hace considerarlas como
solapadoras y hasta cómplices de la asesina de su hija.
?Ellas
han sido solapadoras y lo siguen haciendo al llevar a cabo esas acciones,
cuando también han sido sus cómplices porque ellas saben muy bien que ella lo
hizo, ¿de qué la defienden si fueron testigos de cómo llegó a su casa, después
de cómo les robó el auto, cómo llegó con ropa de mi hija, cómo llegó en la
situación que llegó, yo no sé si en algún momento vieron el expediente, si
vieron su declaración que vean la atrocidad que cometió su hija y si así pueden
tener la desvergüenza de seguirla defendiendo de esa manera?.
Consideró
que la apelación a la sentencia no es lo mejor que pudieron hacer y por su
parte reitera su confianza en la justicia y en Dios para que se cumpla el
castigo para Herandy.
Hoy que se cumple el
aniversario de la muerte de Anel, su familia la recordará con una misa que
celebrarán en la iglesia de la colonia San Pedro, en Guamúchil, donde también
pedirán para que la acción divina les ayude a poder salir adelante y hacer su
vida en las condiciones de mayor normalidad posibles.JE
Familia de Anel no olvida sus 65 heridas ni logran sanar las propias
Tuvieron que abandonar su casa donde se llevó a cabo el crimen que conmocionó a la sociedad y cada día han padecido la ausencia de la joven
Fuente: Internet