Culiacán, Sin. – La Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) a través de un conjunto de especialistas capacitados, desde zoólogos, botánicos, microbiólogos y ecólogos, aportan con su conocimiento a la toma de decisiones trascendentes en la preservación de los ecosistemas, tal es el caso de los humedales del estado de Sinaloa.
José Saturnino Díaz, representante de Sinaloa en el grupo de científicos expertos en humedales en México, expresó que algunas de las acciones que son palpables y en las cuales participan este equipo de especialistas universitarios, es el Programa de la Tortuga Marina de Playa Ceuta, el cual se encuentra entre los nueve humedales que tiene el estado de alta diversidad biológica, además de convenios con instituciones como el Consejo Nacional del Ambiente (Conam) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la protección de estas áreas y sus especies como cocodrilos y la tortuga marina.
“Participamos en consejos de los ambientes costeros y de sus islas aportando toda esa información para que la toma de decisiones sea fundamentada en información científica comprobable”, dijo.
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Explicó que los humedales son cuerpos de agua permanente estacionales que albergan una alta diversidad de componentes bióticos y abióticos, materia orgánica y luz, de tal manera que confluyen una gran cantidad de seres vivos, desde aves, reptiles, peces, crustáceos, moluscos, y son sitios de gran productividad primaria que dan pie a cadenas tróficas bastante productivas.
“Los humedales, para empezar, es el sitio de anidación de una gran cantidad de aves, donde inicia el desarrollo de peces, moluscos y crustáceos, especies que impactan de manera favorable en la economía sinaloense, por lo que son sitios de importancia económica y ecológica”, señaló.
Destacó que Sinaloa cuenta desde Ahome hasta Escuinapa con una gran cantidad de humedales ubicados en la zona costera que comprende grandes extensiones de agua: como son Huizaches-Caimanero, Bahía de Navachiste, estero de Agiabampo-Bacorehuis y Bahía de Santa María, aportando en gran medida a México en el área considerada como humedal registrado como sitio Ramsar (espacio natural de alta diversidad biológica).
Saturnino Díaz agregó que es necesario entender el funcionamiento de esos espacios de humedales como de vital importancia, ya que en él se llevan a cabo una gran cantidad de procesos biogeoquímicos donde la materia residual que constantemente se desfoga a la zona costera, se transforma en sus componentes básicos como nitrato, sodio, potasio y fosfato.
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También habría que considerar el papel a nivel micro de estos espacios donde se desarrollan un sinnúmero de reacciones químicas, por lo que son zonas que evitan el impacto grave de ciclones, siendo Sinaloa propicio para estos desastres naturales.
Como dato, el investigador universitario expuso que México forma parte de casi 200 países que han signado un compromiso para la protección de los humedales a nivel mundial, y desde 1970 a la fecha, alrededor del 35 por ciento de estas áreas son afectadas por aguas residuales de origen agrícola, apertura de suelos para actividad acuícola y deforestación, por lo que hizo un llamado a cerrar filas en el rescate de estas áreas.