México.- Si eres de los que aplacan sus ataques de ira golpeando la pared, tenemos que decirte que esta práctica te dejará con más problemas de los que te imaginas.
A parte del problema mental que esto ocasiona, las consecuencias físicas van más allá de un golpe de momento, se transforma en serios daños con los que tendrás que lidiar toda tu vida.
Tus nudillos, tus huesos, la falta de movilidad y flexibilidad en tus manos, brazos y hombros no se harán esperar y te acompañarán para siempre
Golpear sobre una superficie solida hace que el impacto no sólo sea absorbido por el puño, sino también por la muñeca, codo y hombro.
Esta práctica es totalmente desaconsejable por lo que para erradicarla no es sólo pedirte control al momento de encestar el golpe, debes ir más allá y primeramente tratar tus problemas de ira con un especialista.
No trate de impresionar a nadie, pues a futuro el impresionado será usted, cuando comience a sufrir las consecuencias de golpear la pared con la mano y de su necedad.
Si sufre de mal humor, irritación o se enoja fácilmente a modo de descargar su coraje dando un puñetazo a la pared, lo aconsejable es buscar ayuda. Una terapia de manejo de ira, estrés y depresión le ayudarán mucho más.