Guasave, Sinaloa. – Un profundo sentimiento de pesar ha invadido a vecinos y familiares en la comunidad de Tecomate tras la lamentable pérdida de José Ángel un pequeño de tan solo 11 años. Su vida, marcada por una nobleza y una disposición inquebrantable para ayudar a los demás, dejó una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
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Apenas el sábado 22 de marzo José Ángel cumplió sus 11 años, ese mismo día en que la temperatura no cedía y que su madre lo tuvo que llevar al médico particular del consultorio de la farmacia, donde le indicaron medicamentos con los cuales, si no hacían efecto después de tres días, debía llevarlo a urgencias en la clínica, le dijo.
A su temprana edad, José Ángel demostró un espíritu de lucha, quería estudiar. Su bondad iluminaba cada rincón de su entorno, en la comunidad lo querían mucho, porque se lo ganaba, dijo su padrastro, visiblemente conmovido; lo describieron como un niño alegre, generoso y profundamente empático.
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“Lo que me duele, porque era un niño luchón, noble, no era malcriado, luchaba por estudiar, le ponía muchas ganas a todo. Yo llegué con él en los brazos, lo metí, para que lo atendieran. Yo no quise ya, hacer pleito, porque no va a ser en vano, pero sí quiero aclararle eso, el lunes ahí estuvimos más de tres horas y no nos lo atendieron en el IMSS”
“El niño ya iba mal, fue como de las 3 a las 7, la gente le cedió el lugar para que no pasaran y no lo hicieron, por eso nos salimos, habíamos llegado en urbano y hasta el camión se nos pasó. Está ca… perder a un niño, y un niño bueno, que no le hacía nada a nadie, luchaba por él salir adelante, fue una pérdida muy fuerte, para todos”, relató su padre de crianza.
Días antes de su fallecimiento, el pequeño presentó síntomas de malestar que inicialmente no parecían alarmantes. La familia acudió a los servicios médicos en busca de atención, y recibió tratamiento, sin embargo, su condición empeoró de manera repentina, por lo que el lunes por la tarde estuvieron en el área de urgencias de la clínica 32 del IMSS, lo valoraron en Triage y le pidieron que esperara su turno para ingresarlo a atención.
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Ante el desespero los padres decidieron regresarse a casa con el pequeño en brazos y en un taxi, así pasó casi dos días más, hasta este miércoles 26 que nuevamente fue ingresado a urgencias, “a la brava”, comentó el padrastro, lo metió hasta pediatría. A partir de ahí fueron 24 horas las que soportó José Ángel el interés de los médicos por salvarle la vida, su estado era grave.
A pesar de su corta vida, el pequeño dejó un legado invaluable. Su espíritu generoso y su deseo de hacer del mundo, fueron su sello, por ese sentimiento de cariño que inspiró la comunidad se encargó de aportarle los gastos para los funerales cubriendo todas las necesidades, “les estamos muy agradecidos a todos”, dijo una tía política del niño.
Aunque las causas por las que murió José Ángel no se han aclarado, su familia, refiere que hay situaciones irregulares en la atención que deben modificarse, aunque a su hijo ya nada se los devolverá.
