Guasave, Sin. El Departamento de Vectores de la Jurisdicción Sanitaria Número dos detectó un caso positivo de chagas en Guasave, una enfermedad infecciosa inflamatoria que provoca el parásito trypanosoma cruzi y que lo transmiten las chinches besuconas, algo que no es común en esta zona del estado, incluso en el norte país, precisó el alcalde Martín Ahumada Quintero, al confirmarse que se encontraron cero tipos de esta enfermedad en la comunidad de Maquipo.
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Cabe destacar que no todas las chinches portan este parásito, pero cuando se transmite al humano por medio de la picadura, provoca alteraciones en el corazón y de no detectarlo a tiempo el parásito que ataca el músculo del órgano lo va destruyendo hasta provocar la muerte súbita.
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Como médico cardiólogo, Ahumada Quintero explicó que el paciente que resulta positivo a chagas desarrolla miocardiopatías chagásicas, crecimiento del corazón e insuficiencia cardiaca.
“Me llamó la atención que hubieran detectado en muestras evidencia de tripanosoma cruzi aquí en la región. Yo lo que preguntaba es que si era un caso importado y me dijeron que lo que era es un paciente local, eso me llamó la atención que la enfermedad del chagas pudiera encontrarse originada localmente porque es por allá de la zona del sur incluso de Centroamérica. Una de las características es que produce una miocardiopatía chagásica, son paciente que les crece mucho el corazón, que tienen insuficiencia cardiaca”, explicó.
La enfermedad se puede transmitir por transfusión sanguínea, por medio del trasplante de órganos, de las madres embarazadas a sus hijos o por accidentes de laboratorio.
El alcalde de Guasave comentó que muchas de las detecciones que se hacen es porque el paciente positivo pretende ser donador de sangre, que al hacerse los estudios para ver si es candidato se descubre que es portador del parásito que transmite o chinche besucona.
La realidad es que, si no hay una detección oportuna y no se recibe tratamiento, la afección puede progresar con los años y, en algunos casos, presentar una fase crónica con daño en el corazón, cerebro e intestinos.
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No obstante, de acuerdo a la estadística mundial de la OMS, menos del uno por ciento de la población tiene acceso al diagnóstico y tratamiento correcto de este padecimiento.
