Guasave, Sin. – En la comunidad de El Rojo Gómez, Guasave, sufren un día muy triste al encontrarse frente a un pequeño ataúd que celosamente guarda los restos del niño Alán, un día después de que la vida le fue arrebatada en un trágico accidente ocurrido frente a la casa de su abuelo, justo cuando se preparaba el festejo por su segundo año de existencia.
Decenas de vecinos se han volcado desde la noche del jueves a la casa de la familia del pequeño para ofrecerles sus muestras de apoyo en los momentos más terribles de sus vidas, al perder de forma por demás incomprensible, al único hijo de la dolida madre, quien tras tanto haberlo deseado, ahora sufre su pérdida.
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Familiares comentaron que el pequeño Alán siempre andaba detrás de su madre, como cualquier niño a su edad, y el jueves, poco antes de la 1:00 de la tarde no fue la excepción, sin que la joven se percatara de que su niño la seguía y fue cuando se consumó el terrible momento en el que Alán fue arrollado por la Dodge Durango, justo frente a la casa de su abuelo, donde preparaban su fiesta de cumpleaños.
Ya entrada la noche del jueves, donde horas antes se preparaban para un festejo, recibían un pequeño féretro, encendían lirios y colocaban una fría carpa de una empresa funeraria en lugar de globos, piñatas, dulces y regalos, como inicialmente estaba planeado.
Sobre la caja donde se guardaron los restos del niño, se observa un pequeño tractor agrícola, el juguete preferido de Alán, tal vez, tratando de imitar a su padre, un trabajador del campo.
También una figura de aire en forma de angelito está vigilando el sueño eterno del infante, mientras los dolidos vecinos de esta comunidad y la misma familia, evidentemente no podían ocultar el por demás doloroso momento que están pasando.
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Se prevé que los restos del niño sean sepultados el sábado en el panteón de la comunidad de El Pitahayal, en el mismo lugar donde hace tiempo fue enterrado su bisabuelo.
