Culiacán, Sin.- Es un secreto a voces. Eso se advierte. La captura y comercialización de tortugas sucede. Durante 30 años, los esfuerzos por su conservación han significado que la especie prolifere en las costas del Pacífico mexicano, pero desafortunadamente esto ha generado que en algunos sectores la práctica se desarrolle indiscriminadamente.
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La forma en que tenían en cautiverio a tortugas en la bahía de Altata, en Navolato, significa una técnica un tanto novedosa, que, de acuerdo al especialista Joel Bojórquez Sauceda, no se tenía registrado en Sinaloa, o al menos en el área de mayor incidencia (el sur del estado).
“Pues sí es un fenómeno que yo no tenía registrado. En todas las comunidades pesqueras se está dando últimamente la captura y comercialización indiscriminada de caguama”.
Transportarlas sugiere un riesgo enorme y por eso la captura no es algo simple. A veces, advierten pescadores, las redes las capturan accidentalmente. Entonces, para no desperdiciar la presa es destazada y luego conservada en hielo. Hay que venderla rápidamente, antes de que la carne se descomponga.
Bahía de Altata, Navolato.
Pero eso tampoco significa una constante.
El caso de Altata saltó a la luz pública después de que un vecino del sector residencial videograbó una tortuga, la cual, aparentemente estaba atrapada entre un manglar. Sin embargo, al acercarse, advirtió que se encontraba amarrada a través de un barreno en su caparazón entre los mangles.
En un segundo recorrido por la bahía, pescadores solo respondían con más preguntas sobre las interrogantes de la captura. No es algo habitual pero tampoco es excepcional. Nadie quiso dar más indicaciones.
A través de redes sociales el caso se volvió viral, por lo que autoridades de Protección Civil de Navolato y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudieron al lugar a realizar las primeras pesquisas. Del proceso dieron fe de cuatro tortugas muertas. El sitio era un matadero.
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- Aparentes restos de tortuga marina y otras especies. Fotografías tomadas por Jesús Verdugo.
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- Aparentes restos de tortuga marina y otras especies. Fotografías tomadas por Jesús Verdugo.
La captura, según explica el profesor investigador de la Facultad de Ciencias del Mar (Facimar) en Mazatlán, en el pasado la pesca era incidental y la presa era traslada ya sin vida e incluso destazada para facilitar su transporte, y que, si bien este tipo de captura es novedosa, no se puede afirmar que signifique una técnica para abastecer a un mercado incipiente.
“Pero ahora esa modalidad es bastante novedosa, no quiere decir que ahí hay un mercado más establecido, que están modificando las prácticas para abastecer ese mercado y que, por las deficiencias en la vigilancia, desafortunadamente las instituciones que se dedican a cuidar no tienen capacidad humana, técnica, ni financiera para vigilar todo el litoral”.
A pesar del hallazgo en Altata, Sinaloa, permanece como un estado líder en la conservación de la especie. Año con año a las costas locales arriban cuatro de las ocho diferentes especies del mundo. Por eso importa mantener los esfuerzos por protegerlas y conservarlas.
Ahora, según el especialista, el reto será evitar que este tipo de actividades se convierta en la nueva forma de comercializar de forma ilegal con la especie. El trabajo de 30 años en la conservación se puede venir abajo.
