Mazatlán, Sin.- Para las hermanas Huerta Guzmán ya es una tradición familiar acudir cada 1 de noviembre, Día de los Angelitos, para llevarles flores a su hermanito que falleció hace 52 años, cuando tenía un año.
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Beatriz Huerta Guzmán es una de tres hermanas que junto con su mamá todos los años acude al panteón municipal número 3 a limpiar la tumba donde reposan los restos de su hermano y otros seres queridos.
“Desde que tengo uso de razón mi abuela nos traía chicos a limpiar la tumba, a poner las flores, darle un retoque. Ahí estaban mis abuelos paternos, mi hermano, mi hermano que falleció de un año y medio. A nosotros siempre nos gusta venir el día primero porque es el día de los santos, de los niños. Nos gusta venir hoy para limpiar, para que esté limpio en memoria de mi hermano”.
Durante sus labores en la tumba de sus familiares, las hermanas aprovechan también para limpiar y pintar el sepulcro donde descansan los restos de los niños del orfanato, ubicada a un lado, pues dicen que lo hacen para que no se vea tan sucio y abandonado el lugar donde están esos pequeños angelitos.
Beatriz Huerta mencionó que también tratan de inculcarle esta tradición a las nuevas generaciones de familiares, sin embargo, muchas veces es imposible la visita por sus trabajos, pero cuando tienen tiempo acuden al camposanto.
Reconoció el trabajo que están haciendo los planteles educativos para preservar la tradición del Día de Muertos, con actividades como concursos de altares y de catrinas, más allá de la celebración del Halloween.
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