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Los Mochis, Sin.- Sólo una vez pudo cobrar la mamá de Evaristo Gastélum Quiñónez la pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, tras la pérdida de la tarjeta de este programa en el 2019, cuando acudió al tianguis a comprar el mandado para su hogar.
Desde entonces, María Guadalupe Quiñónez Navarrete ha tenido que enfrentar dos problemas: acudir cada 4 meses a las oficinas de Bienestar para ver si le reponen su tarjeta, y que “alguien” esté cobrando el apoyo de su hijo, a pesar de que ella es la única persona que tiene la clave de la cuenta, situación que la llena de impotencia.
“Se me perdió, no la encontré y lueguito fui a solicitarla, como en qué sería, en enero”.
¿Y qué le dijeron en Bienestar?
“Que después de 4 meses iba a estar la tarjeta y así me han traído en puras vueltas, de 4 en 4 se la llevan, pero desde la primera vez les dije yo que si cómo podía sacar y me dijeron que no podía, que esto y que aquello, no, y, pues, todavía no me daban esperanzas”.
Hasta este viernes 3 de diciembre, última fecha en la que, por enésima vez acudió a la oficina de Bienestar a exponer su problema, se han retirado de esta cuenta 10 mil 800 pesos, y quien lo hace sabe la cantidad exacta y las fechas para hacer el retiro bancario.
Esta situación es lo que más molestia le causa a la madre de familia, pues, asegura, su niño, quien padece de Trastorno del Espectro Autista, tiene varias necesidades que podrían solventarse con este apoyo y un desconocido se está beneficiando del recurso.
“¿Y sobre lo que han sacado qué se puede hacer? Porque, haga de cuenta de que así lo miré yo: que ellos no se hacen responsables de lo que hayan sacado y haga de cuenta que anulan eso y vuelven a empezar”, dijo María Quiñónez a Línea Directa.
También manifestó que por meses y casi 2 años la han traído en vueltas para la reposición de la tarjeta, más el cobro del recurso que realiza un desconocido, se le suma “el coraje” cuando en la oficina de Bienestar le dijeron que a lo mejor “era un pariente” de ella quien retiraba la pensión de su hijo.
La señora María Quiñónez reiteró firmemente que solamente ella conoce la clave de la tarjeta extraviada para hacer retiro y, además, difícilmente, una persona común podría saber el día y la cantidad exacta que debe cobrarse la pensión en un cajero automático, por lo que exige una investigación dentro de la propia dependencia.