Culiacán, Sin. – La noche del miércoles 29 de mayo una mujer y un menor de edad fueron embestidos por un automóvil que se dio a la fuga. El hecho ocurrió sobre la calle profesor Antonio Serrano en el cruce con la avenida Rey Gaspar en la colonia Las Cucas. La calle, recién pavimentada con concreto hidráulico, invita a la velocidad.
Tras el hecho, vecinos de la zona exigen que, además de señalización, se coloquen reductores de velocidad. Y poco a poco muchas calles de la ciudad comienzan a contar con este tipo de infraestructura, y otras tantas con topes.
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El fenómeno es explicado desde Mapasin por la proyectista Anel Mejía, quien informa un poco sobre el uso de ambas estructuras en vialidades, sobre todo, con la intención de pacificar al tránsito en una ciudad con gran cantidad de siniestros viales como Culiacán.
En la ciudad de Culiacán los conductores de vehículos automotores están acostumbrados a llevar la prioridad en las calles, explica la investigadora. Muchas de las personas que se movilizan en vehículos motorizados no priorizan la seguridad de todos, y si bien las quejas entorno a la cantidad de topes que existen en las calles es alta, es una alternativa económica y rápida a la reducción de la velocidad por la seguridad de los adultos mayores, niños y cualquier otra persona que desea transitar por las calles.
“Al final, desde mi opinión considero que la cantidad de topes es inversamente proporcional al nivel de educación vial de los ciudadanos y a la falta de planeación de las autoridades, quienes colocan topes por doquiera sin un análisis previo”, señaló.
Por ello, tanto los topes como los reductores de velocidad deben buscar tener una estrategia. Estos se colocan sobre la superficie de rodamiento de forma transversal al eje, en vías primarias o secundarias que cumplan con algunas condiciones como en intersecciones de vías secundarias donde no hay semáforos y que presentan un volumen considerable de vehículos y en vías con cruces peatonales sin semáforos.
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La investigadora señala que es en ello donde radica la importancia de una planeación urbana estratégica que esté alineada a los nuevos paradigmas urbanos que sitúan a las personas y sus necesidades como principal prioridad y no las de los automotores.
Esta infraestructura también en tramos de vía con una pendiente mayor a 8 por ciento para asegurar que los vehículos no se aproximen a velocidad excesiva.
Otras zonas de interés que definitivamente deben contar con este tipo de infraestructura son las zonas escolares, las zonas de 30 km/hr y de hospitales.