Los Mochis, Sin.– El modus operandi que ya se aplica en otros estados de la república, ha llegado a Sinaloa: los delincuentes aplican una nueva modalidad de robo a los cuentahabientes, la mayoría adultos mayores, a quienes envuelven con pláticas en los cajeros automáticos hasta confundirlos para intercambiarles sus tarjetas y apoderarse de su dinero.
Esto le ocurrió a un septuagenario de Los Mochis, quien la mañana de este sábado acudió al cajero automático de Banorte ubicado en una plaza comercial en la esquina de los bulevares 10 de Mayo y Adolfo López Mateos a retirar efectivo de su cuenta.
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Ya estaba por irse, cuando una mujer joven y robusta llegó y le preguntó si ahí mismo podía realizar depósitos, a lo que la víctima le respondió que sí, pero que desconocía cómo se hacía, porque no sabía mucho de tecnología.
“En eso me distrajo y me dijo la muchacha y el bato: ey, dejó abierta la cuenta. No, le dije, imposible. Sí, meta la tarjeta de nuevo. No, no entra, está bloqueada porque van a depositar. No, sí, dijo el bato, en eso que dijo sí me pidió la tarjeta dos veces, le dije que no tenía por qué darle la tarjeta, volteé a verlo ya retador al cab…”.
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“Total, que, métala, métala, en eso la metí y dije, no, no entra y se metió el cabrón, me distrajo la muchacha y ahí cambió la tarjeta el cabrón, pero me di cuenta inmediatamente, en cuanto agarré la tarjeta que no era la mía”, narró el adulto mayor a Línea Directa.
Todo esto ocurría al interior del área de cajeros automáticos de la sucursal bancaria Corerepe, mientras en el estacionamiento se encontraba su hija esperándolo en la camioneta, sin percatarse de lo que ocurría.
“Le dije: me robaron la tarjeta, bloquéala y le di el celular y como traigo la aplicación aquí en el celular, inmediatamente la bloqueé y me tuve que ir a mi casa, hablé por teléfono y ya terminé todo el reporte. Pero, se siente regacho, ya checamos el saldo, y no, ni un centavito partido por la mitad”, dijo el afectado.
Muy consternado por lo ocurrido, la víctima, quien pide reservar su identidad por el miedo y coraje que aun siente, exhorta a las personas a tener mucho cuidado cuando acudan a los cajeros automáticos, sobre todo si se trata de adultos mayores.
Los exhorta a no ser confiados, evitar recibir ayuda de personas extrañas que les digan supuestamente cómo hacer uso de sus tarjetas, porque, en ese descuido, las intercambian y hacen mal uso de ellas.