Mazatlán, Sinaloa. El Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés no solo es una institución que ofrece una ventana al mundo marino, sino que, además, cuenta con diferentes especies que puedes admirar en este espacio único, en donde la Casa Guacamaya va a enriquecer tu próxima visita.
Se trata de un refugio en donde actualmente se cuenta con más de 50 aves de diferentes especies, todas ellas provenientes de rescates o decomisos, es decir, que fueron extraídas de su hábitat en condiciones poco favorecedoras, por lo que ya no pueden ser reintegradas a su medio ambiente y requieren del apoyo humano para sobrevivir.
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La bióloga Samantha Farías destacó que en Casa Guacamaya estas aves pueden desarrollarse y crecer libres de depredadores, con la vigilancia médica adecuada y una dieta balanceada que incrementa su vida promedio.
“Más que nada el esfuerzo que hace el departamento de bienestar animal que es pues cuidarlos, crear actividades para ellos y sobre todo la parte yo creo que la alimentación, pues las alimentan con frutas y verduras y algunas legumbres, no siempre son semillas, es un espacio pues más que nada para conectar con el explorador”.
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En la Casa Guacamaya conviven especies de diferentes tipos, con loros como el tamaulipeco, cabeza amarilla, frente blanca, corona lila y el mejillas amarillas, también está el periquito frente naranja, además de patos, gansos, un cisne negro, el pavorreal y los patos pichichín.
La bióloga del Gran Acuario Mazatlán advirtió que el tráfico del cual provienen las aves bajo resguardo significa un gran retroceso para la especie ya que una guacamaya con buenos cuidados puede vivir de 70 a 100 años.
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Agregó que las guacamayas son animales muy importantes en el ecosistema y están en peligro de extinción por la venta ilegal, y dijo que, por convertirlas en mascotas, de cada 100 que son atrapadas, solamente 10 sobreviven, de ahí la importancia de respetarlas en su hábitat natural.
Samantha Farías agregó que las instalaciones de Gran Acuario Mazatlán están certificadas como Predios e instalaciones para el manejo de vida silvestre (PIMVS) mediante permiso de Semarnat y cuentan con personal especializado para atender emergencias siguiendo los protocolos que marcan las autoridades de los tres órdenes de gobierno.