Culiacán, Sinaloa. La respuesta de convocatoria en las marchas por la paz y justicia tras el deceso de los niños Gael y Alexander, su padre y el resto de las víctimas, que recientemente hubo en Culiacán fue el gran despertar de la sociedad, declaró el coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), Miguel Ángel Calderón Quevedo.
Expresó que las familias salieron a las calles a tomar la ciudad y tocar la puerta de la autoridad para tener respuesta de los cuestionamientos que han surgido por la crisis de inseguridad, marcando un antes y un después en los meses que ha existido incertidumbre.
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Calderón Quevedo expresó que en la unidad ciudadana que se demostró, la esperanza es qué en honor a la memoria de todas las víctimas se pueda aspirar a ese Culiacán de paz tan anhelado.
“Evidentemente con estas dos víctimas y su padre, muchas familias se vieron en ese espejo y creo que es ya el gran despertar, el gran convencimiento de las familias sinaloenses que ha sido tan dañada por muchas décadas de que la delincuencia no tiene escrúpulos, moral, límites, y en ese sentido se debe hacer un frente común para decir ya basta”, declaró.
Coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), Miguel Ángel Calderón Quevedo. Foto: Sandra Solís.
El coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública señaló que la ciudadanía debe asumir el compromiso colectivo en la reflexión de qué la toca hacer a cada quien para que, de una vez y para siempre se vea a Culiacán como una ciudad que puede ser ejemplo de resiliencia positiva.
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Además, con acciones se restablezca la normalidad en armonía social en la capital del estado sin tener que depender de situaciones delincuenciales.
La pugna entre grupos del crimen organizado que se tiene desde el 09 de septiembre es considerada como una especie de montaña rusa, de eventos, emociones, alimentación de esperanza y pérdida de la misma, en una crisis que no tiene precedente en la historia de Sinaloa.
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