Los Mochis, Sinaloa. Más allá del tráfico, lecturas, likes y competencias entre los medios de comunicación, debe ponderarse el respeto a los derechos humanos, y sobre todo establecer narrativas con perspectivas de género que permitan uno de los mayores fines del periodismo: informar y educar, consideró Carlos Emilio Ibarra Montero, investigador y profesor de posgrado de Conahcyt de violencias de género.
El también catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), señaló que el fenómeno de viralización de contenido íntimo que se ha vivido en Los Mochis en las últimas semanas a través de las redes sociales, refleja que se vive en una sociedad “del morbo, que tiene gusto por la exposición del otro, reveló, una sociedad que no dimensiona la repercusión que puede generar reproducir un video”.
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Explicó que más allá del morbo compartir, almacenar y reproducir este tipo de contenido multimedia implica la comisión de varios delitos, entre ellos: violación a la intimidad sexual, establecido en el artículo 185 Bis C del Código Penal del Estado de Sinaloa (CPES); extorsión, asentado en el artículo 231 del CPES.
Además, el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la letra dice: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación”.
Carlos Emilio Ibarra Montero, lamentó que en Los Mochis algunos periodistas compartan material sexual en redes.
Pero el tema de mayor análisis para el investigador Carlos Emilio Ibarra Montero, es el papel que los medios de comunicación tuvieron con respecto a las narrativas de los hechos y el tratamiento informativo.
“Está más que claro que hay gran competencia entre medios de comunicación y que todo lo que quieren es jalar audiencia, jalar tráfico en redes sociales, ganar likes, visibilizarse como medio, pero, ante todo, lo que debe prevalecer es la protección de los derechos ¿de quiénes?, de las víctimas.
“El periodista debe de tener muy claro que lo primero que se debe de proteger son los derechos humanos, después viene la parte de qué alcance va a tener la nota periodística que yo voy a tener que difundir, pero para eso volvemos al punto, necesitamos profesionistas cada vez más sensibles, más solidarios, en el caso de las mujeres, que se vea y se demuestre la sororidad, no solo en el discurso, que haya una corresponsabilidad entre el discurso y las acciones”, dijo.
El investigador de Conahcyt considera necesario “reeducar a las personas y no solo dotarla de información, de contenido”, y para ello es necesario que los medios de comunicación y periodistas “desarrollen una inteligencia conectada con la sensibilidad”, lo que permitirá generar profesionistas con perspectiva de género y respeto a los derechos humanos, postura que se replicaría en el resto de la sociedad.
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“Hay evidentemente una disparidad en el juicio social, y eso es claro, basta con que le demos una revisada a las redes sociales, nuevamente, como lo comento, e inclusive algunos medios de comunicación que cometieron el error de difundir de una manera amarillista lo que estaba sucediendo aquí en el municipio”, dijo.
Reiteró que en México y Latinoamérica persiste la cultura machista, la cual se fortalece a través de los discursos, narrativas y tratamientos de notas periodísticas, columnas o editoriales, por lo que ve necesario en sensibilizar y capacitar a los medios, periodistas y comunicadores sobre perspectiva de género y derechos humanos.
