Culiacán, Sin.- Como si fuera el Hombre Araña, encaramado en lo más alto de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, Catedral, Gustavo Adolfo Buelna colocó las luces neón sobre la cruz de hierro forjado de casi 4 metros que corona la torre izquierda del recinto eclesiástico.
Atado con las cuerdas de la vida, arneses aquí y allá, en punto de las 15:00 horas, cuando el sol de este sábado 10 de abril pegaba duró, Gustavo y Víctor, los hermanos Buelna ejecutaban la riesgosa y peligrosa labor de retirar los viejos tubos de luces neón apagadas desde hace varios años, para posteriormente bajar para traer los reemplazos que darán vida nocturna al símbolo de la cristiandad.
En la calle, en pleno centro de la ciudad de Culiacán, los transeúntes iban y venían, pocos se daban cuenta de lo que sucedía en las alturas donde un hombre con temple de acero, subía y bajaba para arreglar un icono de la ciudad.
Desde hace algunas semanas se colocaron 68 luces LED en todo el templo, de estas, 16 fueron en la cúpula, 20 lámparas en cada una de las torres, 12 más en el atrio y 20 lámparas más dentro del templo.
Ahora se rescata la iluminación de la cruz de hierro forjado de la torre izquierda pero antes ya se había logrado hacerlo con la derecha, faltaría la pequeña cruz que corona la cúpula.
También Catedral ha tenido varios arreglos como la colocación de aire acondicionado y la sustitución de los antiguos confesionarios de madera por unas vitrinas de cristal templado, se retiraron unos barandales de madera antigua.
