Los Mochis, Sin.– Desde hace 48 años, en un pedacito del Mercado Independencia, en Los Mochis, don José Luis Serrano Achoy vende uno de los manjares más deliciosos y jugosos que da el desierto: la pitahaya.
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A decir de él, esta fruta escamosa tiene un singular sabor que enamora todos los paladares gracias a las condiciones terrestres y climatológicas de Choix, lo que la convierte en la pitahaya más deliciosa de la región, afirmación que avalan sus cientos de clientes que de mayo a junio se amontonan en su puesto.
Don José Luis, quien es originario de la comunidad de El Babu, inició en la recolección de la pitahaya a la edad de 12 años, madrugando a las 3:00 de la mañana a “lamparear” la zona aledaña a su comunidad para obtener el anhelado fruto y llevarlo a vender a El Fuerte.
Fue en el Pueblo Mágico donde sus clientes le sugirieron trasladarse hasta Los Mochis a vender sus pitahayas para que le fuera mejor, ya que, desde niño hasta joven, lo vieron ir y venir cada temporada de Choix a El Fuerte.
Así, a los 22 años se aventuró en el camión Choix-El Fuerte-Los Mochis y llegó hasta el Mercado Independencia en 1975, donde, para su gran satisfacción, desde el primer día sus pitahayas fueron bien recibidas y, a la fecha, cada temporada sus clientes hacen enormes filas para obtenerlas.
“Los clientes en cuanto ya es tiempo me comienzan a hablar por teléfono, que si todavía vivo, gracias a Dios vivo, no me hizo nada el COVID, les digo, y con el favor de Dios este año les vuelvo a caer de vuelta, y, sí, gracias a Dios aquí estamos otra vez”, dice entre risas a Línea Directa.
Las pitahayas son una fruta muy cotizada porque su temporada es corta, asegura don José Luis Serrano Achoy, por eso quienes se dedican a cortarla madrugan antes de que salgan los primeros rayos del sol, para evitar que las aves se coman el fruto y, además, enfrentan otro obstáculo: las lluvias.
“La pitahaya su temporada es del 10 de mayo a 25 o últimos días de junio, ya entrando julio, ya se viene el agua y la poquita que queda, y la poquita que queda, ya no sirve porque se moja y ya la pitahaya ya no sirve, ya su temporada se acaba”, explicó don José Luis.
En sus 48 años de vendedor de pitahayas ha obtenido mucha satisfacción, primeramente, el cariño, aprecio y fidelidad de sus clientes.
“Aquí viene mucha clientela y dice que pasan por Guadalajara y que comen pitahaya en Guadalajara, que es más grande, pero, nunca, nada que ver con el dulce de la pitahaya del municipio de Choix”, expresa con mucha alegría.
Pero, lo que más le causa satisfacción es que gracias a su esfuerzo y trabajo honrado, logró darle estudios a sus hijos, quienes son profesionistas y muy agradecidos con este fruto que les permitió salir adelante como familia.
“Mis plebes están muy agradecidas y de hecho ellos también abren el negocio, hay veces que cuando yo no puedo venir, aunque sean licenciados y sean maestros, ellos vienen y me dan la mano. Yo a diario vengo, todos los días vengo”.
Para cuando pasa la temporada de pitahaya, don José Luis, quien también es agricultor temporalero de ajonjolí y cacahuate, baja de Choix al Mercado Independencia a vender ciruelas, guamúchiles, ejotes, calabacitas y pepinos.
Este manjar se vende a 120 pesos la docena. Pero, para quienes llevan varias docenas, el costo puede bajar hasta los 100 pesos. Actualmente, don José Luis distribuye sus pitahayas a Chihuahua; Hermosillo y Obregón, Sonora; Tijuana y Nogales en Baja California; y, en Sinaloa, llegan hasta Culiacán.
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Sin embargo, la venta que más disfruta sigue siendo en Los Mochis, lugar a que llega todos los días a partir de las 10:30 de la mañana hasta que se le acaban las hieleras para convivir y platicar con sus clientes en el tradicional punto del Mercado Independencia.