Mazatlán, Sinaloa. Con colores brillantes y bonitos diseños, las artesanías que hace Sofia Vázquez Cortez, originaria de Oaxaca, roban la mirada de turistas y locales que caminan a un costado de la catedral de la Inmaculada Concepción, en el centro de la ciudad.
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En el corazón del turismo de Mazatlán la mujer artesana dijo que vende sus productos con el fin de poder mantener a sus hijos pequeños.
Para ello, mencionó que solo quiere las autoridades municipales le den la oportunidad de trabajar sin complicaciones, ya que comentó que he pedido ayuda al departamento de Oficialía Mayor del ayuntamiento municipal, pero no le han brindado las condiciones para laborar con permiso y sin líos.
“Me dedico a hacer mi artesanía; por ejemplo, las flores, los colibríes, son puro artesanal. Aquí vengo unos cuantos días nomás para trabajar y mantener mis hijos porque de esto vivo, no tengo otro trabajo fijo. Ahorita con lo que estoy batallando son con los inspectores, he ido a hablar con el oficial mayor que me hicieran el favor de dejarme trabajar para mantener a mis hijos, pero no me quieren dar chance, nada de oportunidades me están dando”.
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Vázquez Cortez hizo una invitación a locales y turistas a que visten Mazatlán y que compren artesanías hechas artesanos mexicanos, por artesanos locales.
La mujer originaria de Oaxaca hizo un llamado a consumir lo mexicano, las artesanías algo que es una pequeña parte de la gran riqueza cultural del país. Pidió por favor que valoren las horas de esfuerzo y trabajo que se le dedica a cada artesanía, y por lo mismo eviten el comprar artesanías “mexicanas” de baja calidad de manufactura comercial de otros países.
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Las flores de palma cuestan 100 pesos debido al arduo trabajo manual que se lleva 3 días de elaboración. También vende llaveros y colgajes de chaquira, así como bolsas hechas con cuero y palma.