China. China ha cancelado un volumen significativo de pedidos de carne de cerdo procedente de Estados Unidos, en una nueva escalada de la disputa arancelaria entre ambas potencias. La medida responde al incremento del 125 por ciento en los aranceles aplicados por Pekín a productos estadounidenses, como represalia a los gravámenes del 145 por ciento impuestos por Washington a importaciones chinas.
Esta cancelación representa el mayor retiro de pedidos de carne porcina estadounidense desde 2020 y se enmarca en un contexto de deterioro progresivo de las relaciones comerciales. El impacto no se limita al sector cárnico. Las exportaciones de carne de res también han sido interrumpidas, lo que ha abierto espacio para que productores de otras regiones, como Australia, ganen presencia en el mercado chino.
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Según se explica, el sector agrícola estadounidense acusa ya los efectos del conflicto. Productores de soya en estados como Kentucky han reportado caídas significativas en la demanda, un fenómeno agravado por condiciones climáticas adversas, como las recientes inundaciones que han afectado los ciclos de siembra.
A nivel industrial, la tensión también afecta a gigantes como Boeing. Al menos 50 aeronaves con destino a aerolíneas chinas permanecen sin ser entregadas debido a las restricciones comerciales, con un impacto estimado en más de mil millones de dólares.
Actualmente, no hay negociaciones comerciales activas entre ambos países. La administración estadounidense ha confirmado la ausencia de diálogos, mientras que el Ministerio de Comercio de China ha reiterado la misma posición.
Los aranceles en curso podrían reducir el ingreso disponible de los hogares estadounidenses en un 1.2 por ciento, según la Tax Foundation, lo que representa un costo promedio adicional de 1,243 dólares por hogar.
