Los Mochis, Sin.- El cerro de la Memoria en Los Mochis fue uno de los lugares donde se colocaron telescopios, repartieron lentes e instalaron sillas para admirar el eclipse total de sol y ahí acudieron espectadores con interés de vivir esa experiencia que regalo la naturaleza, pero también niños apasionados de la astronomía y con un sueño claro de convertirse en científico de la NASA.
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El papá de Ricardo, un pequeño que llegó vestido de astronauta, mencionó que su hijo es un apasionado de la ciencia y su sueño es alto y lo puede lograr porque a sus 10 años domina el manejo del telescopio y su interés por conocer más sobre astronomía es grande, y no se descarta que pueda ser parte la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
“Tiene su propio telescopio, él solo puede ponerlo en sus coordenadas para ver la luna, es un aficionado y tiene apenas 10 años y sabe más que nosotros sobre cómo manejar el telescopio”, expresó.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
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- Desde el cerro de la Memoria decenas de personas se reunieron para observar el eclipse total de sol.
Otros de los asistentes a disfrutar de este fenómeno natural que se repetirá en México hasta dentro de 300 años fue el maestro Gustavo Cisneros Román, quien dijo que recuerda el eclipse de 1991 cuando también en el momento total en que la luna cubrió al sol, hubo una disminución en la temperatura.
“Hasta frío sentí en ese momento, se sintió pues el bajón que hubo al momento de estar sucediendo el fenómeno, bajó la temperatura, recuerdo que había animales cerca de mi casa, porque en aquel entonces todavía se criaban gallinas y todo eso, y las gallinas pues también se sorprendieron y empezaron a cacaraquear”, expuso.
Mientras que José Luis Leyva Iriarte, de la Comunidad Astronómica Los Mochis, comentó que es un evento del siglo para México y para Sinaloa porque son afortunados de poderlos admirar, porque esos fenómenos ocurren, pero son visibles en distintas latitudes del mundo y ahora tocó a esta zona.
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Manifestó que el fenómeno permitió que Sinaloa recibiera a científicos y a familias de todo el país, y de muchos partes del mundo en particular acudieron a Mazatlán porque se tuvo una visibilidad en un 100 por ciento y en el caso de Los Mochis del 90 por ciento, que tampoco es nada despreciables pues fue una sensación muy emocionante.
