Sinaloa.- Este lunes 20 de junio y tras cumplirse 24 horas que el cuerpo de la maestra Fabiola Vianey, de 27 años, fue sacado de un domicilio particular ubicado en el callejón Juan de la Barrera entre Constitución y Niños Héroes del Centro de la ciudad de Los Mochis, la audiencia del presunto feminicida inició en la sede regional de Justicia Acusatoria y Penal Norte ubicada en Goros II.
Las 11:00 horas se marcó por las autoridades para comenzar este proceso, en el que Luis Carlos “S.C.”, de 35 años es llamado a cuentas y bajo juramento, hablar sobre los hechos que terminaron con el deceso de la maestra quien al momento de confirmarse su muerte, tenía entre 24 y 36 horas de fallecida.
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Es importante indicar que el ingreso de medios de comunicación a la sede Regional de Justicia Acusatoria y Penal Norte, para tener acceso a la carpeta de investigación, será sólo si la familia de la víctima o del indiciado lo permiten, por lo que de no ser así, la información correrá a cuenta gotas y seguramente cuando se dicte un receso.
El asesinato de la maestra de primaria y de ballet ha causado conmoción entre los habitantes de la ciudad de Los Mochis, que no han dado crédito a cómo un crimen se pudo cometer con tanta saña, ya que la víctima, de acuerdo a la necropsia, perdido la vida a consecuencia de asfixia por obstrucción de vías respiratorias por fractura de hueso hioides, edema y hemorragia de laringe y tráquea secundario traumatismo a nivel de cuello y producción por mecanismo contuso.
Tanto a familia como pareja sentimental de Fabiola Vianey, han solicitado la pena máxima para el presunto feminicida, e incluso, han recalcado la participación de la madre de Luis Carlos “S.C” como copartícipe de estos hechos.
Fabiola Vianey desapareció el pasado 17 de junio, minutos después de dejar a su hijo en clases de karate; posteriormente y tras horas de espera en su casa, la familia comenzó una búsqueda incesante, realizó una marcha, y mediante diversos operativos de búsqueda en la que las cámaras de videovigilancia y geolocalización de su teléfono celular fueron muy efectivas, se le ubicó en un domicilio particular, el de Juan Carlos, quien por supuestamente una deuda que mantenía con la hoy occisa, decidió quitarle la vida.
