Culiacán, Sin.- Durante los cinco años de gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a los constructores de México no les ha ido bien, porque la mayor parte del presupuesto lo ha invertido en sus tres obras emblemáticas: el tren maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles, que están a cargo del Ejército Mexicano, señaló Emilio Contreras Mendoza.
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El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Culiacán, recordó que en los gobiernos anteriores la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes invertía cantidades millonarias en nuevas carreteras, libramientos, puentes y mantenimiento en todos los estados de la República.
Emilio Contreras dijo que a los constructores de Sinaloa los ha salvado el Gobierno del Estado, que con recursos propios construye carreteras, calles, puentes, servicios de agua potable, drenaje sanitario y obras complementarias en las presas Picachos y Santa María, ya que estas últimas están a cargo de compañías foráneas.
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“Aquí nos ha salvado a nosotros el Gobierno del Estado con obras de inversión directa, pero de obra federal no tenemos, a nivel nacional la postura de la cámara ha sido de una mayor transparencia en la incursión de las obras, porque estas han sido asignadas al Ejército mayormente”, se quejó.
En entrevista, Emilio Contreras cuestionó que las obras se asignen a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuando deberían ser licitadas a los constructores del país, que al final son los que generan los empleos.
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El líder de los constructores de Culiacán, Emilio Contreras, lamentó que en las presas Picachos y Santa María, además de las carreteras Badiraguato-Parral y San Ignacio-Toyaltita solo participan empresas foráneas, desplazando a las locales.
