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México.- Ahora que el COVID-19 cedió, en mucho gracias a la vacunación a la que se ha sometido la población de todo el mundo, la movilidad regresó y con ella, que las personas se reúnan más, hagan fiestas y convivios en los que el alcohol está presente.
Esto ha hecho que muchos tengan que recurrir al médico al día siguiente, al segundo o incluso al tercero, asegurando que tienen síntomas muy parecidos a los provocados por el virus Sars Cov2, como dolor de cabeza, muscular, temperatura, entre otros, pero no, la buena noticia es que no es COVID-19, sino una tremenda cruda ocasionada por el exceso de alcohol que consumiste.
La diferencia más grande entre estos dos padecimientos, son esas copitas de más que ingeriste un día antes, y que hoy no te dejan salir de la cama pensando que estabas contagiado por andar en “bola”, no usar el cubrebocas y olvidarte de las medidas de protección.
De acuerdo a Mayo Clinic, la resaca es un grupo de signos y síntomas desagradables que pueden presentarse después de tomar demasiado alcohol, pero también se asocian con un desempeño deficiente y conflictos en el trabajo.
Como regla general, cuanto más alcohol tomas, más probabilidades tienes de sufrir resaca el día siguiente. Sin embargo, no hay una fórmula mágica que indique cuánto alcohol se puede tomar de manera segura y, aun así, evitar la resaca; mientras que algunos con una sola cerveza ya sienten el embate de la cruda al día siguiente, otros podrían ser capaces de beberse el expendio de cerveza entero y amanecen frescos como una lechuga, como si nada.
Y si bien las crudas son muy desagradables, la mayoría de los casos de resaca desaparecen solos, aunque pueden durar hasta 24 horas o incluso tres, dependiendo de cómo y cuánto estuvo y duró la fiesta.
Los síntomas de la resaca, habitualmente, comienzan cuando el alcohol en sangre baja de manera importante hasta alcanzar, o casi alcanzar, cero grados. Por lo general, su efecto es máximo la mañana siguiente después de una noche de haber bebido mucho. Según qué bebida y cuánta cantidad hayas tomado, podrías tener los siguientes síntomas:
• Fatiga y debilidad
• Sed excesiva y sequedad de boca
• Dolores musculares y dolores de cabeza
• Náuseas, vómitos y dolor estomacal
• Menos horas de sueño o sueño de mala calidad
• Aumento de la sensibilidad a la luz y al sonido
• Mareos o sensación de que la habitación gira
• Temblores
• Menor capacidad para concentrarte
• Alteraciones del estado de ánimo, como depresión, ansiedad e irritabilidad
• Latidos del corazón rápidos.
Y ojo, que la peor cara de la cruda llega cuando la intoxicación se advierte y se pueden presentar, los siguientes signos:
• Confusión
• Vómitos
• Convulsiones
• Respiración lenta (menos de ocho respiraciones por minuto)
• Respiración irregular (una pausa de más de 10 segundos entre las respiraciones)
• Color de la piel azulada o pálida
• Temperatura corporal baja (hipotermia)
• Dificultad para mantenerse consciente
• Desmayo (pérdida del conocimiento) e imposibilidad para despertarla
Así que antes de temer un contagio de COVID-19, mejor primero recuerda lo que hiciste la noche anterior, cuántos botes de cerveza o copas de vino tequila o whisky ingeriste, y entonces sí, te darás cuenta que la pandemia no fue la culpable, sino la tremenda cruda que te traes después de la fiesta.