Da clic aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
México.- Hay situaciones que nuestro organismo impulsa para advertirnos que hay que tener cuidado, que la hora de ir al médico llegó y que debemos estar atentos a cualquier cambio o sensación en nuestro cuerpo.
Algunas veces lo hace de manera sutil, pero otras, de forma muy llamativa, como esos sangrados en el ojo, llamados derrames oculares, hemorragia subconjuntival o hiposfagma, que es un leve sangrado que aparece en la esclerótica del ojo (parte blanca), debido a la rotura de alguno de los vasos sanguíneos del ojo, que son muy pequeños y delicados y pueden sangrar con relativa facilidad.
El derrame ocular suele suceder sin necesidad de que exista una lesión previa y a menudo se toma conciencia del problema directamente al verse uno mismo en el espejo; pero hay otras ocasiones en las que el cuerpo nos grita que hay que ir al doctor y con urgencia.
¿Qué otras situaciones causan el derrame ocular?
Si bien es cierto que muchos aparecen sin lesión, una de las causas frecuentes del derrame ocular es la hipertensión arterial. En presencia de un derrame ocular, es necesario medir la tensión arterial ya que, en caso de tensión alta, se deberá acudir al médico para que realice la prescripción del tratamiento apropiado.
Existen otros factores relacionados con las hemorragias subconjuntivales, como:
– Aumentos súbitos de la presión arterial (incluso por razones tales como un estornudo repentino o una tos excesivamente fuerte).
– Toma de medicamentos anticoagulantes: Sintrom® (acenocumarol), Clopidogrel® y antiagregantes plaquetarios similares.
– Ciertas medicinas que pueden llegar a causar el derrame – o tal vez empeorarlo, si se presenta por otro motivo -, como la Aspirina® (ácido acetilsalicílico) o el ibuprofeno.
– Una infección viral.
– Cirugía láser ocular reciente o cualquier otra intervención quirúrgica en los ojos.
– Cualquier lesión en el ojo o traumatismo ocular.
Incluso frotarse los ojos de forma insistente puede llegar a causar una pequeña lesión que provoque el derrame ocular; también es en recién nacidos y aunque no existe evidencia, probablemente se debe a los continuos cambios de presión en el cuerpo del bebé durante su tránsito por el canal del parto.
En el caso de los derrames oculares en personas mayores, puede ocurrir que una hemorragia subconjuntival completa sea una señal de un trastorno vascular grave, en cualquier caso, la mejor prevención del derrame ocular es tomarse regularmente la presión arterial.
De igual forma acudir al médico internista antes de ir con el cardiólogo, te dará un panorama más exacta de qué puede estar generando ese derrame ocular, que si bien no te quitará la vista, sí es necesario atender y descubrir sus causas, quizá tu corazón te esté haciendo un llamado urgente a cambiar hábitos.