Estados Unidos. El presidente Donald Trump tomó una nueva decisión que sacude el panorama ambiental del país; y es que se trata del despido de los investigadores encargados de redactar la Evaluación Nacional del Clima, documento central en la estrategia federal contra el cambio climático.
Por más de 25 años, cientos de expertos han participado en esta evaluación científica obligatoria por ley, publicada cada cinco años y destinada a orientar a legisladores y gobiernos en materia de resiliencia ante el calentamiento global. La edición más reciente salió en 2018; la próxima, prevista para 2027, ahora queda en suspenso.
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Mediante un correo enviado a quienes colaboraban en la sexta edición del informe (NCA6), la Casa Blanca comunicó que se están revisando los objetivos del estudio y que sus integrantes quedaban liberados de sus funciones. La medida se produce tras despidos masivos dentro del Programa de Investigación sobre el Cambio Global de Estados Unidos (USGCRP), responsable de coordinar esta evaluación climática.
La noticia ha provocado reacciones en la comunidad científica. Rachel Cleetus, una de las autoras del capítulo sobre impactos en zonas costeras, denunció públicamente que el informe ha sido “descabezado sin justificación”, calificando la acción como imprudente y perjudicial para el país.
Organizaciones como la Unión de Científicos Preocupados alertaron sobre los riesgos de eliminar una fuente crítica de información científica en un contexto de crisis climática global, subrayando que se trata de una interferencia política con consecuencias directas para la seguridad nacional.
