Da clic aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
México.- Este 30 de marzo se celebra en el planeta el Día Mundial de la Bipolaridad, trastorno que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, tiene una prevalencia de entre el 2 y el 3 por ciento en la población mundial.
El impacto de la bipolaridad es tal, que es la sexta causa de discapacidad en el mundo, ya que lleva a quienes la padecen, a experimentar episodios maniacos que no únicamente se caracterizan por cuadros depresivos, también de alegría desbordados que suelen ser altamente extremosos.
El día mundial de este trastorno, coincidente con el nacimiento de Vincent Van Gogh, quien también habría convivido con esta enfermedad hasta el último momento de su vida; de hecho de acuerdo a datos históricos este emblemático artista, se autolesionó cortándose una oreja en un episodio maniaco.
- ¿Qué es el trastorno bipolar y cuáles son sus principales síntomas?
El trastorno bipolar, antes denominado depresión maníaca, es una enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
Cuando te deprimes, puedes sentirte triste o desesperanzado y perder el interés o el placer en la mayoría de las actividades, pero cuando tu estado de ánimo cambia a manía o hipomanía (menos extrema que la manía), es posible que te sientas eufórico, lleno de energía o inusualmente irritable.
Estos cambios en el estado de ánimo pueden afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad.
Existen distintos tipos de trastorno bipolar y de trastornos relacionados. Estos pueden consistir en manía o hipomanía y depresión. Los síntomas pueden causar cambios impredecibles en el estado de ánimo y el comportamiento, lo cual da como resultado un gran sufrimiento e importantes dificultades en la vida.
Trastorno bipolar I: Has sufrido al menos un episodio maníaco que puede estar precedido o seguido de un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo mayor. En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis).
Trastorno bipolar II: Has sufrido, al menos, un episodio depresivo mayor y, como mínimo, un episodio hipomaníaco, pero nunca tuviste un episodio maníaco.
Trastorno ciclotímico: Has tenido durante al menos dos años, o un año en el caso de niños y adolescentes, muchos períodos con síntomas de hipomanía y períodos con síntomas depresivos (aunque menos graves que la depresión mayor).
Otros tipos. Estos comprenden, por ejemplo, el trastorno bipolar y los trastornos relacionados inducidos por ciertos medicamentos o bebidas alcohólicas, o debidos a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.
Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos comprenden tres o más de los siguientes síntomas:
-Episodios anormales de optimismo, nerviosismo o tensión.
-Aumento de actividad, energía o agitación.
-Sensación exagerada de bienestar y confianza en sí mismo (euforia).
-Menor necesidad de dormir.
-Locuacidad inusual.
-Frenesí de ideas.
-Distracción.
-Tomar malas decisiones, como hacer compras compulsivas, tener prácticas sexuales riesgosas o hacer inversiones absurdas.
Ahora bien, un episodio depresivo mayor consiste en síntomas que son lo suficientemente graves para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones. Un episodio comprende cinco o más de los siguientes síntomas:
-Estado anímico depresivo, como sentirse triste, vacío, desesperanzado o tener ganas de llorar (en niños y adolescentes, el estado anímico depresivo puede manifestarse como irritabilidad).
-Marcada pérdida del interés o de la capacidad para sentir placer en todas —o en casi todas— las actividades.
-Adelgazamiento importante sin hacer dieta, aumento de peso, o disminución o aumento del apetito (en niños, la imposibilidad para aumentar de peso según lo esperado puede ser un signo de depresión).
-Insomnio o dormir demasiado.
-Agitación o comportamiento más lento.
-Fatiga o pérdida de la energía.
-Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inadecuada.
-Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse, o indecisión.
-Pensar en el suicidio, planificarlo o intentarlo.
Muchos confunden un periodo de malhumor, depresión o energía desbordada con un periodo bipolar, lo cierto es que este padecimiento va mucho más allá de un leve tiempo y quienes la padecen deben convivir con ella, y todos sus extremos, hasta el día de su muerte