Guasave, Sin.- El olor a muerte los descubrió, ya tenían más de un mes sepultados de forma clandestina junto a la ribera del Río Sinaloa allá por los rumbos del poblado de Jesús María, tan cerca y tan lejos.
Alguien que pasaba por esa parcela de incipientes matas de frijol percibió el pestilente aroma, ese que huele a tragedia humana, sospechó que en esas tierras algo no andaba bien y dio un aviso anónimo a las corporaciones policiales.
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Minutos después llegaron por ese camino que levanta densas y espesas capas de polvo llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y con las evidencias que alcanzaron a observar notaron que evidentemente podría tratarse de una fosa clandestina con restos humanos.
Los agentes locales pidieron la presencia de investigadores de la Fiscalía General del Estado para que confirmaran lo que hasta el momento eran solo sospechas.
Luego de asegurar un extenso perímetro y de hacer unas cuantas excavaciones, los Peritos encontraron lo que ya de había convertido en una osamenta pero que un mes o mes y medio antes había sido el cuerpo de un hombre, según dan cuenta las evidencias localizadas como algunas prendas de vestir.
Las autoridades estatales presumen que tras ser privado de la vida el occiso fue sepultado clandestinamente y así permaneció hasta que se convirtió en un montón de restos óseos.
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La osamenta fue trasladada a una funeraria de esta ciudad para que mediante pruebas genéticas se trate de identificar a la víctima.