Culiacán, Sin.- Por balazos que sufrió en diferentes partes del cuerpo durante el enfrentamiento entre militares y gatilleros registrado en la sindicatura de Jesús María, Culiacán, en la captura de Ovidio Guzmán López el pasado 5 de enero, en el llamado “Jueves Negro” o “Culiacanazo 2.0”, un hombre falleció ayer domingo cuando recibía atención médica en un hospital privado de la capital sinaloense.
Se trata de Ramón Antonio “N”, quien tenía 29 años y el pasado 5 de enero resultó gravemente herido en los ataques registrados en la zona serrana del municipio de Culiacán.
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Aparentemente, el joven fue dado por muerto y junto con cadáveres fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) por militares, pero ahí se percataron de que estaba vivo, por lo que fue trasladado a un hospital privado de Culiacán.
Luego de permanecer varios días en la unidad médica, finalmente el joven terminó perdiendo la vida este domingo 15 de enero por la tarde, es decir, 10 días después del “Jueves Negro”, cuyo personal del nosocomio reportó el deceso, por lo que acudieron elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes se encargaron de iniciar las diligencias.
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Policías Investigadores del Estado determinaron que el joven resultó gravemente herido en el enfrentamiento y el cadáver fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefo), donde familiares tendrán que identificarlo legalmente ante el Ministerio Público.
Ramón estuvo en terapia intensiva y de ahí fue llevado a hospital privado: Cuitláhuac González
Ramón, un joven de 19 años que fue herido durante la captura de Ovidio Guzmán López estuvo en terapia intensiva del Hospital General y posteriormente fue trasladado a recibir atención médica privada, informó el secretario Cuitláhuac González Galindo.
El funcionario médico dijo desconocer si el joven perdió la vida como ha trascendido, pero confirmó que estaba muy grave cuando recibía atención médica en los servicios de salud de Sinaloa.
“Si fue atendido y estuvo en terapia intensiva, siguió grave y estaba en terapia intensiva”, comentó.
Aparentemente, el joven fue dado por muerto y junto con cadáveres fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) por militares, pero ahí se percataron de aún contaba con signos vitales, por lo que fue trasladado a un hospital privado de Culiacán.
